El patio principal del Edificio Central de la UJED, sitio emblemático de la máxima casa de estudios en la entidad, fue el escenario en el que este miércoles se congregó la comunidad universitaria para dar el último adiós al ex rector Jorge Ramírez Díaz, quien fue reconocido por el esfuerzo realizado para unificar a la Universidad en tiempos complicados.
Un respetuoso y merecido homenaje de cuerpo presente a quien fue catalogado como ilustre juarista, distinguido universitario de gran trayectoria en la academia y en la medicina, decano en algún momento y rector de la máxima casa de estudios en el periodo de 1988 a 1992.
Ante la comunidad de la casa de estudios, el rector Rubén Solís Ríos recibió el féretro y ofreció sus sentidas condolencias a su ahora viuda, Barbarita McLean e hijos.
Enseguida, luego del recorrido que se hizo por el pasillo entre universitarios, familiares y amigos presentes, que conducía al lugar dispuesto para realizar la ceremonia solemne, iniciaron las guardias de honor, la primera encabezada por el propio Solís Ríos, acompañado por el decano, Eduardo Campos Rodríguez, funcionarios de la Administración Central y enmarcada en el toque reglamentario de silencio.
El discurso oficial quedó en la voz de Enrique Torres Cabral, quien hizo una memoria del doctor Ramírez Díaz, del que, dijo, cursó su preparatoria en el Instituto Juárez en 1943, realizó sus estudios profesionales en la Facultad Nacional de Medicina de la UNAM, de donde egresó como médico cirujano en 1954. En 1955 hizo la especialidad en Oftalmología y Otorrinolaringología, en el New York Policlinic Medical School and Hospital, y posteriormente, en 1958, inició su desempeño como docente de Anatomía en la entonces Escuela de Medicina de la UJED.
Torres Cabral lo describió como “el rector de la unidad en tiempos de tormenta”, y añadió: “Queda entre nosotros la presencia de su espíritu universitario, queda en este Edificio Central, en este jardín de tintes verdes, en estos pasillos, en estos arcos para recordarnos que la unidad será para siempre la fortaleza de nuestra Universidad. Se advirtió su calidad desde el liderazgo como presidente de sociedad de alumnos, un líder de verdad con experiencia. Su vida profesional y universitaria es y será un orgullo para su familia. Sea para ellos el más sentido pésame del rector y de toda la comunidad universitaria”.
El doctor Ramírez Díaz fue pionero en la generación del entonces nuevo conocimiento en la Universidad: la Medicina. Al respecto, Antonio Sifuentes Álvarez, director de la Facultad de Medicina y Nutrición, encabezó la guardia a cargo de esta unidad académica y expresó que: “Es la pérdida de un pilar, un cimiento de nuestra Universidad que contribuyó a la consolidación de esta gran institución. Hoy lo honramos por su capacidad y entrega, su rectitud en su andar, maestro fundador de nuestra querida FAMEN, siempre supo cumplir todas sus enmiendas de una manera satisfactoria”.
Finalmente, luego de las respectivas guardias de honor de funcionarios, directivos, líderes sindicales y comunidad universitaria, se despidieron entre goyas y aplausos los restos mortales del distinguido juarista, gran universitario que puso en alto el nombre de la Máxima Casa de Estudios.