Lejos de constituirse en enemigas, las redes sociales hoy funcionan como aliadas de la radio, conforman un complemento que robustecen la industria, una industria que debe prevalecer porque además de su función cotidiana, puede seguir salvando vidas.
Así lo manifiesta en el marco conmemorativo del Día Mundial de la Radio este 13 de febrero, la locutora Lorena Portillo Rojas, quien durante los últimos seis lustros se ha desempeñado en diversas estaciones radiofónicas de la localidad y con diversas facetas en este prolongado periplo.
De entrada, con un gesto evidentemente emotivo, Portillo Rojas reconoce a la radio como el amor de su vida, porque le ha dado todo.
Sostiene que es de vital importancia que la radio siga siendo pública. Se trata de un medio de comunicación sumamente importante. Hay aspectos tan cotidianos que no los apreciamos en su justa dimensión: cuando hay una catástrofe una de las primeras recomendaciones de Protección Civil es tener un radio de pilas a la mano; puede ser el único medio para comunicación.
La radio es magia pero también es fundamental que tenga comunicadores que deben entender que llevan la batuta, que ejercen un liderazgo que se debe asumir con responsabilidad.
Cada palabra que un locutor expone debe ir bien apuntalada, porque como se puede motivar al éxito también puede herir susceptibilidades, y por ello el sentido de responsabilidad es básico.
Luego reflexiona que hoy la tendencia es hacia los medios de comunicación de paga, y la exigencia sería que haya contenidos de calidad. No obstante, considera que la radio comercial abierta es de gran importancia para la comunidad entera, porque puede salvar la vida en un momento dado, como pasó con ella y con mucha gente en el terremoto de 1985, cuando tras el apagón de varios días pudo mantenerse informada precisamente a través de un aparato de radio.
Portillo Rojas, quien obtuvo su certificación “B” de locutora en la década de los ochenta y comenzó su carrera en el medio en 1988 como operadora en la entonces llamada Radio Sensación, se refirió a la nueva radio, donde la libertad de expresión es una constante, incluso, con excesos, con el pronunciamiento de palabras o frases grandilocuentes o altisonantes que ya son comunes en algunas emisoras.
Justifica y afirma que es válido, porque los públicos son diversos. Cita el ejemplo de su empresa, Radiorama, que tiene atención a tres sectores de la población muy diferente, aunque sin caer, en ninguno de los casos, en los extremos antes citados. Recalca pues que siempre la transmisión debe ir en un contexto de responsabilidad de cada palabra y en cada oración.
Sabe que sus compañeros que hacen radio de entretenimiento tienen “muchas libertades”, sin embargo cree que el ajuste debería ser de parte de la SCT con base en la Ley Federal de la materia, sin llegar a retroceder en términos de la libertad de expresión, desde luego.
Sostiene que sí existen precisiones que impiden la emisión de groserías. Aclara a la vez que los tipos de radio que existen hoy y que prevalecen, están con base en que tienen el apoyo de la población. Se trata de una necesidad que también se cubre.
Al referir la situación actual de la radio, la entrevistada señala que contrario a lo que algunos piensan, es increíblemente favorable, porque la gente sigue acudiendo a la radio para informarse, de hecho es su fuente de información primaria en muchos de los casos.
Luego, la gente sigue acudiendo a la radio para saber cómo está el clima en el momento y qué expectativas hay.
Pero además, la comunidad sigue acudiendo a la radio para tener ese remanso de paz, entretenimiento, relajación. La radio sigue siendo donde la persona pide que le complazcan con su canción favorita y además le manda un saludo al amigo, a la persona especial.
También destaca que las redes sociales lejos de hacer mella y golpear a la industria radiofónica, se han convertido en aliadas, en herramientas; la gente escucha la radio por Facebook y además le gusta conocer a sus locutores. Antes se imaginaban rostros y ¡oh decepción cuando se conocían! Entonces, el locutor o la locutora hoy tiene figura, se conoce la cara de la persona que te habla.
Te contamos algunos datos curiosos de la radio que probablemente no conocías.
Respecto a la liga con la web, afirma que ha sido muy atinado formular una combinación de las redes sociales como herramientas que se utilizan para robustecer la radio.
Y es que, refuerza que la radio se reinventa acorde a sus épocas. Durante los últimos seis lustros le ha tocado a su vez reinventarse de la locución habitual, a locución rockera, luego a radio contenido, ahora la migración a la nueva forma de comunicación con el whatsapp y el facebook.
Lorena esboza una sonrisa nerviosa cuando se le cuestiona cómo vive un locutor. Responde enfática: “por el amor al arte, por el amor a la radio; los sueldos son muy bajos”. No sé cómo explicarlo, pero entras a cabina y todo cambia, es un mundo diferente, es pura pasión, la gente que hace radio está apasionada.
Claro que hay beneficios comerciales y algunos ingresos extraordinarios ligados a la locución, como cuando se conducen ceremonias o se realizan algunas producciones externas bien pagadas, que no son la constante, de ahí la necesidad de quien tiene este trabajo necesariamente tiene que buscar otra actividad.
La entrevistada nació en la Ciudad de México. Hubo de mudarse a Durango precisamente a raíz de los efectos del terremoto de 1985 que dejó su casa en escombros. Acá, como se indica, inició en XERPU Radio Sensación, luego en XECK que se llamaba entonces Radio Variedades, para ser luego la voz principal de Stereo 97, la primera estación FM comercial en Durango y llega finalmente a Radiorama, donde cumple ya 24 años de locución y hoy conduce el exitoso programa de contenido que se llama para ser exactos “Lorena Portillo en Romántica”, en el 104.5 del cuadrante.
