/ domingo 16 de enero de 2022

Redes y trampas en la alianza

José Alfredo Jiménez, aparte de ser poeta, era filósofo: “ya estás tejiendo la red, como en aquella mañana cuando te di mi querer cuando te vi en la ventana”. Conforme pasan las horas y avanzan las campañas de Esteban Villegas por el PRI, y de Héctor Flores por el PAN, la hora de la verdad está a la vuelta de la esquina. En entrevistas a los medios de comunicación, el precandidato del tricolor afirma que aprendió mucho de la derrota en 2016. En primer lugar, que sus amigos y su equipo lo hicieron rehén de la campaña y por eso perdió.

Pero ahora asegura que todo será diferente, y que en su partido caben todos, desde un Héctor Vela hasta un Ulises Adame, quienes ya se dieron cuenta de que vivir fuera de la nómina es vivir en el error. ¿Sí Cristo perdonó a Pedro, por qué no Esteban a los hijos

El virtual candidato del PRI, que no de la alianza, tal vez haya corregido muchos errores, pero el más importante no: ya se siente el gobernador del Estado, como la vez pasada. Dicen que el pecado capital más grave es la soberbia. El otro virtual candidato por el PAN, Héctor Flores, no pierde el piso, demuestra que tiene oficio y eso de que no era conocido va quedando atrás. Y ya que hablamos de mujeres y de traiciones, ser conocido tiene sus ventajas, pero también sus desventajas. Por ejemplo: Gonzalo Yáñez es víctima de la droga del poder, ha sido diputado local, diputado federal, dos veces senador de la República, socio del Partido del Trabajo a nivel nacional y dueño del PT aquí en Durango. ¿Por ser conocido la sociedad votará por él? Porque lo conocen no lo harán.

El mensaje que mandan los priistas es algo que carece de oficio a sus destinatarios los panistas. El PRI anda arriba del trapecio y quieren que la red la ponga el PAN. Los quieren conformar con “el salario del miedo”. Al menos en los medios, Alito, Arturo y Esteban ya decidieron quién encabeza la alianza. En pocas palabras, ya se repartieron el pastel: la gubernatura para el PRI, el municipio de Durango para el PAN, Gómez y Lerdo para los priistas y los demás no importan, porque ahí no se decide la gubernatura. Con todo y eso, los tricolores no podrán seducir a los panistas, conformándolos haciendo presidente municipal a Toño Ochoa, que es de lo que pide su limosna.

Si Esteban está en su derecho, Héctor Flores también. Los priistas ya se sueñan regresando al Bicentenario. Los panistas no van a cambiar espejitos del PRI por migajas de pastel. ¿Qué pasaría si los panistas quieren encabezar la alianza y la presidencia municipal? Los del PRI jamás lo aceptarían. ¿Por qué no se invierten los papeles, que Héctor Flores sea el candidato de la alianza, y Esteban o Gaby Hernández López la presidencia municipal? Si no hubiera alianza, los responsables serían Alejandro Moreno Cárdenas, Arturo Yáñez Cuellar y Esteban Villegas Villareal. No sería malo que el PRI le midiera el agua a los camotes, los panistas están unidos con Héctor Flores y no se puede decir que Esteban una a los priistas. ¿Verdad, Enrique?

Mientras son peras o son manzanas, el PRI y el PAN deberían estar preparados para ir solos. ¿Si Esteban está tan seguro de ganar, entonces para qué quiere alianza con otros partidos? El PRI sin el PAN está perdido. La ventaja de Héctor Flores es que es el candidato del partido en el poder. Por lógica, el PRI no puede imponer condiciones. Eso no lo entienden ni aceptan los herederos de Plutarco Elías Calles. Quien sí está en posición de imponer es el PAN. En pocas palabras, la alianza está en riesgo.

José Alfredo Jiménez, aparte de ser poeta, era filósofo: “ya estás tejiendo la red, como en aquella mañana cuando te di mi querer cuando te vi en la ventana”. Conforme pasan las horas y avanzan las campañas de Esteban Villegas por el PRI, y de Héctor Flores por el PAN, la hora de la verdad está a la vuelta de la esquina. En entrevistas a los medios de comunicación, el precandidato del tricolor afirma que aprendió mucho de la derrota en 2016. En primer lugar, que sus amigos y su equipo lo hicieron rehén de la campaña y por eso perdió.

Pero ahora asegura que todo será diferente, y que en su partido caben todos, desde un Héctor Vela hasta un Ulises Adame, quienes ya se dieron cuenta de que vivir fuera de la nómina es vivir en el error. ¿Sí Cristo perdonó a Pedro, por qué no Esteban a los hijos

El virtual candidato del PRI, que no de la alianza, tal vez haya corregido muchos errores, pero el más importante no: ya se siente el gobernador del Estado, como la vez pasada. Dicen que el pecado capital más grave es la soberbia. El otro virtual candidato por el PAN, Héctor Flores, no pierde el piso, demuestra que tiene oficio y eso de que no era conocido va quedando atrás. Y ya que hablamos de mujeres y de traiciones, ser conocido tiene sus ventajas, pero también sus desventajas. Por ejemplo: Gonzalo Yáñez es víctima de la droga del poder, ha sido diputado local, diputado federal, dos veces senador de la República, socio del Partido del Trabajo a nivel nacional y dueño del PT aquí en Durango. ¿Por ser conocido la sociedad votará por él? Porque lo conocen no lo harán.

El mensaje que mandan los priistas es algo que carece de oficio a sus destinatarios los panistas. El PRI anda arriba del trapecio y quieren que la red la ponga el PAN. Los quieren conformar con “el salario del miedo”. Al menos en los medios, Alito, Arturo y Esteban ya decidieron quién encabeza la alianza. En pocas palabras, ya se repartieron el pastel: la gubernatura para el PRI, el municipio de Durango para el PAN, Gómez y Lerdo para los priistas y los demás no importan, porque ahí no se decide la gubernatura. Con todo y eso, los tricolores no podrán seducir a los panistas, conformándolos haciendo presidente municipal a Toño Ochoa, que es de lo que pide su limosna.

Si Esteban está en su derecho, Héctor Flores también. Los priistas ya se sueñan regresando al Bicentenario. Los panistas no van a cambiar espejitos del PRI por migajas de pastel. ¿Qué pasaría si los panistas quieren encabezar la alianza y la presidencia municipal? Los del PRI jamás lo aceptarían. ¿Por qué no se invierten los papeles, que Héctor Flores sea el candidato de la alianza, y Esteban o Gaby Hernández López la presidencia municipal? Si no hubiera alianza, los responsables serían Alejandro Moreno Cárdenas, Arturo Yáñez Cuellar y Esteban Villegas Villareal. No sería malo que el PRI le midiera el agua a los camotes, los panistas están unidos con Héctor Flores y no se puede decir que Esteban una a los priistas. ¿Verdad, Enrique?

Mientras son peras o son manzanas, el PRI y el PAN deberían estar preparados para ir solos. ¿Si Esteban está tan seguro de ganar, entonces para qué quiere alianza con otros partidos? El PRI sin el PAN está perdido. La ventaja de Héctor Flores es que es el candidato del partido en el poder. Por lógica, el PRI no puede imponer condiciones. Eso no lo entienden ni aceptan los herederos de Plutarco Elías Calles. Quien sí está en posición de imponer es el PAN. En pocas palabras, la alianza está en riesgo.