La calle 5 de febrero lució semivacía, pocos comerciantes y paseantes se percibieron en este, uno de los días más importantes dentro de la cultura mexicana, el 16 de septiembre que conmemora el inicio de la guerra de independencia. La Covid-19 hizo de las suyas por segundo año consecutivo y el acto cívico-militar fue suspendido en Durango.
Los 211 años de la Independencia de México, esta vez no resonaron en Durango con el paso corto de los militares, ni el retumbar de los tambores y ni el paso de los aviones en el cielo azul brillante dejaron huella, “primero la salud y la vida”, es la frase que los funcionarios gubernamentales han puesto en práctica hace ya dos años.
El redoble de tambores, las banderas tricolor, las tablas rítmicas de las escuelas primarias, esperarán un año más, en la espera de que la pandemia haya cedido y retomar de nuevo los actos que dan identidad a México.
Este jueves 16 de septiembre, las esquinas del corazón de la ciudad con puestos ambulantes pintados de verde, blanco y rojo, lucieron vacíos; pocos caminantes lucían patrióticos, casi ningún menor se observó en la calle, el mercado Gómez Palacio decorado multicolor dejaba salir los típicos olores a enchiladas, caldo y tacos dorados.
Los alacranes en recuerdos quedaron colgados en los anaqueles a la espera de un año más, listos para festejar a México y sobre todo a Durango.
Recién reparada y embellecida parte de la calle 5 de febrero, este 2021 no fue requerida para el tradicional desfile, pues la Covid-19 ha cobrado más de dos mil 800 vidas y la sana distancia debe perdurar en la conciencia de los pobladores.
“Ya habrá tiempo para celebrar”, dijo el secretario de Salud en el estado, Sergio González Romero, en la actualización de los casos positivos al virus previo a las celebraciones patrias.
Durango, al igual que todo México, deberá esperar a un 2022 libre de Covid-19 y así volver a apreciar un desfile lleno de orgullo e identidad, esa que siente el mexicano cada vez que grita ¡VIVA MÉXICO!.