Hace un mes y tras una serie de gestiones y requisitos cumplidos, el Hospital General 450 obtuvo al fin el permiso para practicar trasplantes y a partir de entonces hay alrededor de 60 solicitudes para cornea y para riñón en el estado y en el país, 22 mil peticiones.
El jefe de trasplantes del nosocomio, Arturo Martínez Álvarez, nos dio a conocer que si bien todavía no opera la cultura de donación de órganos, cada día son más las personas que entienden, que cuando un órgano ya no sirve para vivir, en alguien sí puede ser la vida para otro.
Las solicitudes más frecuentes son para córneas y riñones, aunque las hay ya para órganos abdominales, como el hígado, intestinos, páncreas.
El entrevistado, doctor Martínez Álvarez, participó con otros facultativos en el trasplante de un hígado, pero confiesa, él no fue responsable de toda la operación.
Ocurrió que en todos los hospitales del país se hicieron peticiones para donar un hígado a una adolescente de Guadalajara, el donante resultó ser alguien con muerte cerebral, hospitalizado en el 450.
El entrevistado participó en la extracción de la víscera y en el envío a Guadalajara, en donde coadyuvó en exitoso trasplante.
Se puede llegar, se va a llegar, hasta trasplante del corazón, que por sus ramificaciones como el hígado, son más difíciles de trasplantar y debe llegarse también a futuro próximo al trasplante encefálico.
El 450 tiene quirófanos gemelos para extraer e implantar y en general cuenta con todo el equipo necesario para esta tarea que espera, se va a intensificar en unos 6 meses, ya que en este momento hay varios solicitantes y donantes en tratamientos previos.
La solicitud y trasplante de una cornea se lleva de 30 a 60 días y la de los riñones, entre 3 y 6 meses.
No ha sido posible el trasplante de cerebro, se intentó, con resultados desastrosos en un hospital de Rusia.
En este momento en el caso de los trasplantes renales, ya hay 18 en valoración y se es muy estricto en que no haya contaminación de SIDA, sífilis o tuberculosis o ninguna otra enfermedad que afecte al órgano y que por consecuencia afecte el reimplante.
Dice el doctor Martínez Álvarez, es un producto total de Durango. Aquí nació, aquí hizo sus estudios básicos, preparatorios, profesionales y la especialidad.
Evidentemente es alguien entregado a su tarea y diariamente está al pendiente de lo que pudiera darse en beneficio de los humanos en el Centro Estatal de Trasplantes que dirige.