Al concluir su campaña electoral y finiquitar el contrato de alquiler de su casa de campaña, el candidato del PRI a presidente municipal de Durango, Arturo Yáñez Cuéllar, urgió la reconstrucción de su partido con nuevos cuadros, con oportunidad a otros (incluso a su costa) y al agradecerle a los electores que por él votaron su confianza, advirtió que con los regidores de su partido, con la militancia y en su caso con el apoyo ciudadano, estarán vigilantes de que el futuro presidente municipal responda a la ciudadanía toda y no sólo a de su partido y que cumpla las promesas que hizo en campaña y que sin duda fueron determinantes para su triunfo.
Del nuevo PRI, estimó que hay mucho que rescatar, pero es imperativo que en los hechos y no en la teoría se trabaje para que los ciudadanos vuelvan a creer en él.
Por su parte no se retira de la política, seguirá al frente de Movimiento Territorial y seguirá sosteniéndose económicamente con sus negocios de lavado de carros y compra-venta de vehículos.
Agregó que no lo satisface del todo la votación, aunque valora que dentro de las circunstancias es buena, que él esperaba un tercer lugar pero le asombra que Gonzalo Yáñez haya ocupado ese espacio, casi sin campaña y con un desgaste intrapartidos en su contra.
Insistió en que el PRI debe oxigenarse, buscar gente nueva, convencida, desinteresada, que crea en su ideología y la adopte, y si para eso tuvieran que desaparecer los cuadros, valdría la pena en pro de una nueva generación.
