|Segunda y última parte| Para losempresarios de industria restaurantera y de la medicina, el alzapermanente de casi 28 por ciento en las gasolinas, en los últimostres años, aun después de la aprobación de la reformaenergética, pone del manifiesto el “engaño”, y exigen aautoridades y políticos actuar con prudencia, para evitar elcierre de empresas y despidos masivos de trabajadores, ante laescalada de precios y espiral inflacionaria que ya están a lavista.
Daniel Loaeza, representante de la Cámara Nacional de laIndustria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac),advirtió que el impacto inmediato ya está en el alza en cadena delos productos de todo lo que compramos, ya que definitivamentetodos los insumos que usamos en los restaurantes es transportado,por lo que la escalada inflacionaria provocada, afectará a más de80 ramas de la producción.
Consulta aquí la primera parte:
Para Armando Noguera, presidente de Dental Perfect, el dañoestá hecho y “sin duda el impacto será significativo, porque laeconomía de este país se mueve en torno a los energéticos yaunado al impacto que ha tenido el precio del dólar, la situaciónse agravará aún más”, reduciendo las expectativas decrecimiento, este año.
En 2016, el litro de gasolina ya equivalía a un 18.34 porciento del salario mínimo actual. (73.04 pesos), este porcentajeincrementó en un 3.8 por ciento. El alza al combustible y altransporte provocó durante julio un incremento de 0.26 por cientoen el INPC, variación que llevó a la inflación anual a 2.65 porciento, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía(INEGI).
Empero, apareció un elemento adicional, el nuevo cálculo delIEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios), que se pagapor la producción y venta o importación de gasolinas, alcoholes,cerveza y tabacos. Es un impuesto indirecto y, por tanto, loscontribuyentes no lo pagan, lo trasladan o cobran a sus clientes.Fue incluido en el precio de las gasolinas como una cuota fija.
La SHCP explicó mediante un comunicado que este nuevo cálculodel IEPS no significaba un aumento al impuesto, sino que se buscaque esta banda de fluctuación refleje los movimientos de losprecios internacionales, en vistas de la liberalización delmercado en 2018. “De acuerdo con el comportamiento históricoobservado, se espera que con una alta probabilidad los preciospuedan bajar hacia inicios del próximo año”, agregó ladependencia.
Nuevo cálculo y “puerta” a escalada
Sin embargo, la “puerta” para la nueva escalada, fue abiertael pasado 27 de diciembre, cuando la Secretaría de Hacienda, en suComunicado 193, anunció la metodología para la determinación deprecios máximos de gasolinas y Diésel, así como precios máximosvigentes a partir del 1de enero de 2017.
Indicó que habrá 83 regiones en el interior del país y sieteen la frontera norte, que las diferencias entre regionescorresponden a distintos costos de transporte y logística.
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Recordó que a partir de 2015, con el objetivo de poner al díanuestro mercado de gasolinas, México transitó de un modelo deprecio único a un esquema de precio máximo, y que en 2016, con lafinalidad de que este mercado reflejara las condicionesinternacionales, se adoptó un impuesto por litro, conocido comoIEPS.
El representante de la Canirac e integrante del comitédirectivo de la Asociación Mexicana de Restaurantes (AMR)sostiene que tiene que imperar la calma, pues la proporción en quese ha dado el incremento en el costo de las gasolinas perjudica atodos y no nada más a la industria restaurantera.
Advirtió que el daño se reflejará en la Ciudad de México,pero también a nivel nacional, porque todo se transporta. Subrayóel llamado general a la prudencia, con la finalidad de lograr “unbuen análisis de nuestros costos, porque esto puede ocasionar unaescalada de que nos lleve a unas tasas de inflación que nopodremos controlar como ya las tuvimos en el pasado”.
Deben Profeco y Hacienda actuar con responsabilidad
Exigió a Profeco y Hacienda actuar con responsabilidad y nogenerar más incertidumbre con sus declaraciones para justificar elincremento al energético, “porque para eso se pintan solas, paraechar la culpa a otros y generar burbujas de aire. Nosotros losrestauranteros somos como la vitrina para todos susdislates”.
Por su parte, Noguera Aguilar, presidente de una de lasfranquicias medico-dentales más importantes del país, sepreguntó: “¿Dónde están los beneficios de las famosasreformas energéticas que tanto anunció el Gobierno federal? Escierto que hubo un entorno mundial, por eso hubo un apoyo a dichasreformas, pero la verdad, es que al final todos nos hemos sentidoengañados”.
Luego de asegurar que respecto de su empresa no va aumentar elcosto de sus productos y servicios, reconoció que todo este tipode medidas han provocado “verdaderamente un desánimo en el paísy lo digo con certeza, porque en este mes si bien no hubo unimportante inversión en cuanto a la gente el consumo, la verdad esque la gente está temerosa”.
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Daniel Loaeza afirmó: “critican a Calderón, pero éste porlo menos se la llevó suave con el deslizamiento mensual, y lapoblación no resentía tanto el incremento en sus bolsillos, ni sesalía de control la inflación”.
De acuerdo a analistas financieros, cuando Vicente Fox asumióla presidencia de México, el precio de la gasolina Magna secotizaba en 5.27 pesos por litro. Al acabar su mandato quedó en6.71 pesos, con un aumento acumulado de menos de dos puntosporcentuales.
Con el expresidente Felipe Calderón se estableció la políticade deslizamiento mensual para reducir los altos subsidios alcombustible, y salvo 2009 (año de la crisis financierainternacional) los precios del combustible se ajustaron cada 30días. “Cuando tomó la Presidencia el precio de la gasolinaMagna era de 6.74 pesos por litro, y al final cerró en 10.72pesos”, destacan.
“Con Peña Nieto -refieren-, siguió la política dedeslizamiento mensual entre 2013 y 2014. Un año después seeliminó y se fijó el incremento conforme a la expectativa deinflación, que se aplicó por primera en esta gestión, el 1 deenero de 2015”.
El “gasolinazo” se gestó en la incompetencia
Desde el año pasado, Forbes México advirtió del panorama quese venía y adelantó que la dificultad para bajar los precios, unaeventual alza por encima de lo establecido y la falta decompetencia efectiva, amenazaban con el nuevo gasolinazo, porarriba de los índices de inflación y fuera de los rangosaprobados por el Congreso, con la liberalización completa delmercado en 2018.
Incluso destacó, eso sí, como resultado de la reformaenergética la entrada en operación de las estaciones de gasolinaque despachen con una marca diferente de Pemex, como Oxxo, Shell yExxon, sin que a la fecha sean palpables los beneficios de esaapertura, competencia o participación de dichas trasnacionales enel abaratamiento de los costos en el producto.
“El Gobierno lo que tiene que hacer es bajar todo elburocratismo que tenemos, es decir bajar a tasa a cero lasobreregulación para abrir un negocio o una empresa, porque enlugar de eso estos sinvergüenzas de nuestras autoridades se lapasan cerrando negocios”, sostiene Daniel Loaeza, de CaniracCuajimalpa.
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Ésas son las cosas que hay que contrarrestar, que dejentrabajar a la gente y que den la oportunidad de que abran nuevasempresas, nuevos negocios chicos medianos y grandes, agregó elempresario restaurantero.
Pidió a las autoridades no volver a caer en la trastada declausurar restaurantes o 20 gasolineras para controlar la escaladade precios o la especulación, “mejor que digan cuantos empleosse van a perder por esta decisión, y las maniobras tan burdas quetienen a todos los mexicanos verdaderamente molestos”.
“Por un lado dicen que van a haber apoyos, créditos. Queesto, que lo otro, y de pronto rájatelas. Que se pongan de acuerdolas autoridades delegacionales, las federales y las municipalespara que dejen de estar fastidiando a los ciudadanos quecontribuimos con los impuestos y que creamos fuentes de trabajo”,continuó.
“Que se pongan las pilas y que empiecen a capacitar a la genteque está en la informalidad, para que la metan a la formalidadrealmente, bajando los requisitos para abrir un negocio y atacandoa la corrupción que también se refleja en los gastos que formanparte del costo de un negocio”, puntualizó Daniel Loaeza.
