/ domingo 31 de mayo de 2020

No nos cansamos de apoyar a la población ante el Covid-19: camillero naval

Omar Gutiérrez Guzmán trabaja en el Centro Médico Naval y es del personal que se encuentra en la primera línea de combate al Covid

Todos los días, Omar pasa más de ocho horas al día enfundado en un traje especial “como de astronauta” para atender a enfermos de Covid-19 en el Centro Médico Naval, que se ubica al sur de la Ciudad de México.

En ocasiones, le toca salir en ambulancia para acudir a los domicilios a recoger personas infectadas y sin importar que médicos y enfermeras hayan sido agredidos por personas que consideran que la pandemia no es real, Omar sostiene que es inquebrantable. “Somos inquebrantables, no nos cansaremos de apoyar a la población, nos ponemos en sus zapatos.... haz por otros lo que en algún momento quieres que hagan por ti”, afirma.

Omar Gutiérrez Guzmán es uno de los 39 camilleros que trabajan en el Centro Médico Naval que la Secretaria de Marina acondicionó para recibir a pacientes de Covid-19.

Junto con 343 Médicos Cirujanos Navales, 366 enfermeros más y 31 comisionados, está en la primera línea de batalla contra la pandemia, y aunque sabe que puede contraer el virus, está convencido de que este es el momento que la población más necesita de la Secretaria de Marina Armada de México.

Según narra a El Sol de México, siempre fue su sueño formar parte de la Armada y no desaprovechó la oportunidad.

“Mis funciones en el Centro Medico Naval son la movilización y traslado de pacientes en el área Covid-19, y también llegamos a hacer traslados fuera del hospital, acudimos al domicilio con una ambulancia especial, junto con un médico, una enfermera, el chofer y yo y la trasladamos al hospital”, afirma.

Al decretarse la pandemia y ante el aumento de casos, el gobierno tomó la decisión de abrir el servicio médico a toda la población y no sólo a derechohabientes a través del Plan Marina, habilitó camillas para el traslado de pacientes similares a una cápsula espacial y así evitar el menor riesgo de contagio.

Una llamada telefónica activa el protocolo de seguridad, por lo que Omar se prepara a salir a recoger a otro paciente pero no todos son trasladados, depende del diagnóstico del médico que viaja en la ambulancia.

“Aquí nuestro espíritu es inquebrantable, las ganas son bastantes por parte de todo el personal naval, no nos cansamos de apoyar a la población, en estos caso es cuando más se requiere el apoyo para enfrentar la pandemia”, agrega Omar en la primera entrevista que otorga a un medio de comunicación personal de sanidad de la Marina, comisionado a combatir el coronavirus Covid-19.

Nosotros, —dice Omar— no tenemos contacto con los familiares de los enfermos por que el área Covid-19 es aislada, pero si te puedo comentar que cuando damos de alta a un paciente éste sale contento y agradecido, lo que es satisfactorio para nosotros, el poder dar parte de nuestro tiempo y esfuerzo para atender a la población.

—Pero, ¿cómo puedes controlar tus emociones?

“Tratamos de ser humanos, de ponernos en los zapatos de los pacientes, pensamos en el cuidado de todos nosotros para evitar un posible contagio, en hacer por otros lo que en algún momento quieres que hagan por ti”.

Cada día, Omar llega al centro medico naval a las siete de la mañana con la mentalidad de que es un marinero y le gusta su trabajo.

“Amo lo que hago y no me pesa levantarme temprano y aunque mi turno termina a las tres de la tarde, muchas veces no sabes si podrás irte a esa hora, tratamos de cubrir todas las necesidades de la institución”.

Al igual que muchas familias, Omar ha tenido que dejar de ver a sus padres y hermanos, ya que al igual que sus compañeros, trata de evitar la visita familiar porque sabe que pueden llevar el contagio.

“Todos los días me pongo mi equipo de seguridad, mi uniforme quirúrgico lo limpio a diario, utilizó el traje especial como de astronauta, botas desechables, gorro, googles, cubrebocas, dos pares de guantes y se refuerzan con dos más por lo que utilizo cuatro pares de guantes para tratar a los pacientes, y todo es material desechable”, sostiene.

A diferencia de los que piensan que la pandemia no existe, Omar argumenta que al estar dentro del área Covid-19 ve uno la situación de otra manera.

“Si es difícil pero nos mantenemos con ánimo dando lo mejor de nosotros, esto no es un engaño, yo lo vivo a diario y nosotros entramos al área a combatir el virus”, subraya.

Para él esta es una situación inédita, algo que nadie esperaba, que nadie imaginaba, sin embargo confía en que este tipo de situaciones ayuden a evolucionar a toda la sociedad en la cuestión de la salud.

Todos los días, Omar pasa más de ocho horas al día enfundado en un traje especial “como de astronauta” para atender a enfermos de Covid-19 en el Centro Médico Naval, que se ubica al sur de la Ciudad de México.

En ocasiones, le toca salir en ambulancia para acudir a los domicilios a recoger personas infectadas y sin importar que médicos y enfermeras hayan sido agredidos por personas que consideran que la pandemia no es real, Omar sostiene que es inquebrantable. “Somos inquebrantables, no nos cansaremos de apoyar a la población, nos ponemos en sus zapatos.... haz por otros lo que en algún momento quieres que hagan por ti”, afirma.

Omar Gutiérrez Guzmán es uno de los 39 camilleros que trabajan en el Centro Médico Naval que la Secretaria de Marina acondicionó para recibir a pacientes de Covid-19.

Junto con 343 Médicos Cirujanos Navales, 366 enfermeros más y 31 comisionados, está en la primera línea de batalla contra la pandemia, y aunque sabe que puede contraer el virus, está convencido de que este es el momento que la población más necesita de la Secretaria de Marina Armada de México.

Según narra a El Sol de México, siempre fue su sueño formar parte de la Armada y no desaprovechó la oportunidad.

“Mis funciones en el Centro Medico Naval son la movilización y traslado de pacientes en el área Covid-19, y también llegamos a hacer traslados fuera del hospital, acudimos al domicilio con una ambulancia especial, junto con un médico, una enfermera, el chofer y yo y la trasladamos al hospital”, afirma.

Al decretarse la pandemia y ante el aumento de casos, el gobierno tomó la decisión de abrir el servicio médico a toda la población y no sólo a derechohabientes a través del Plan Marina, habilitó camillas para el traslado de pacientes similares a una cápsula espacial y así evitar el menor riesgo de contagio.

Una llamada telefónica activa el protocolo de seguridad, por lo que Omar se prepara a salir a recoger a otro paciente pero no todos son trasladados, depende del diagnóstico del médico que viaja en la ambulancia.

“Aquí nuestro espíritu es inquebrantable, las ganas son bastantes por parte de todo el personal naval, no nos cansamos de apoyar a la población, en estos caso es cuando más se requiere el apoyo para enfrentar la pandemia”, agrega Omar en la primera entrevista que otorga a un medio de comunicación personal de sanidad de la Marina, comisionado a combatir el coronavirus Covid-19.

Nosotros, —dice Omar— no tenemos contacto con los familiares de los enfermos por que el área Covid-19 es aislada, pero si te puedo comentar que cuando damos de alta a un paciente éste sale contento y agradecido, lo que es satisfactorio para nosotros, el poder dar parte de nuestro tiempo y esfuerzo para atender a la población.

—Pero, ¿cómo puedes controlar tus emociones?

“Tratamos de ser humanos, de ponernos en los zapatos de los pacientes, pensamos en el cuidado de todos nosotros para evitar un posible contagio, en hacer por otros lo que en algún momento quieres que hagan por ti”.

Cada día, Omar llega al centro medico naval a las siete de la mañana con la mentalidad de que es un marinero y le gusta su trabajo.

“Amo lo que hago y no me pesa levantarme temprano y aunque mi turno termina a las tres de la tarde, muchas veces no sabes si podrás irte a esa hora, tratamos de cubrir todas las necesidades de la institución”.

Al igual que muchas familias, Omar ha tenido que dejar de ver a sus padres y hermanos, ya que al igual que sus compañeros, trata de evitar la visita familiar porque sabe que pueden llevar el contagio.

“Todos los días me pongo mi equipo de seguridad, mi uniforme quirúrgico lo limpio a diario, utilizó el traje especial como de astronauta, botas desechables, gorro, googles, cubrebocas, dos pares de guantes y se refuerzan con dos más por lo que utilizo cuatro pares de guantes para tratar a los pacientes, y todo es material desechable”, sostiene.

A diferencia de los que piensan que la pandemia no existe, Omar argumenta que al estar dentro del área Covid-19 ve uno la situación de otra manera.

“Si es difícil pero nos mantenemos con ánimo dando lo mejor de nosotros, esto no es un engaño, yo lo vivo a diario y nosotros entramos al área a combatir el virus”, subraya.

Para él esta es una situación inédita, algo que nadie esperaba, que nadie imaginaba, sin embargo confía en que este tipo de situaciones ayuden a evolucionar a toda la sociedad en la cuestión de la salud.

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