Desde 2016, cuando la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) determinó que los mexicanos por nacimiento y naturalización podían renunciar a serlo, un total de 268 personas decidieron dejar el país para convertirse en ciudadanos de otras naciones, de acuerdo con información proporcionada a El Sol de México, vía la Plataforma Nacional de Transparencia.
El año 2021 es en el que más mexicanos renunciaron a la nacionalidad, con 80 en total, seguido por 2018, con 69 casos y 2019, con 52. El año pasado fueron 22 las solicitudes que la Cancillería recibió y sólo una en 2016.
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En todos los casos, la razón expresada por los solicitantes, de acuerdo con la información de la SRE, es porque así convino a sus intereses.
Una tercera parte, aproximadamente, han sido atletas quienes consideraron que los incentivos por parte de las autoridades deportivas mexicanas no fueron suficientes. Uno de los casos más mediáticos es el de Gabriela Bayardo, originaria de Tijuana, que en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio compitió en el equipo mixto de Tiro con Arco de Países Bajos, luego de mudarse a vivir a ese país con su esposo Mike Schloesser y obtener la nacionalidad neerlandesa. Antes de mudarse a Ámsterdam, Gabriela Bayardo pidió competir para México, pero entrenando en la nación europea. Su solicitud fue rechazada, por lo que renunció a la ciudadanía mexicana y se mudó.
A diferencia de lo que sucede en otras naciones como Nicaragua, donde el régimen de Daniel Ortega ha retirado a más de un centenar de nicaragüenses la nacionalidad bajo el supuesto de traición a la patria, la Constitución mexicana establece en su artículo 34 que ningún mexicano por nacimiento puede ser despojado de su nacionalidad, aunque a partir del año 2016 se puede renunciar a ella de manera voluntaria.
La nacionalidad mexicana por naturalización sí se puede perder en distintos casos, entre los que se cuentan: la adquisición voluntaria de una nacionalidad extranjera, hacerse pasar en cualquier institución pública como extranjero, usar un pasaporte extranjero, aceptar o usar títulos nobiliarios que impliquen sumisión a un Estado extranjero, y residir durante cinco años continuos en el extranjero.
“Debe tomarse en cuenta que una vez emitida la Constancia de Renuncia a la Nacionalidad Mexicana, la SRE emite un impedimento administrativo, con lo cual se prohíbe al titular el uso de su pasaporte mexicano. De igual manera, da aviso a la Secretaría de Gobernación, al Instituto Nacional Electoral, al Servicio de Administración Tributaria y a la oficina del Registro Civil, para todos los efectos legales a que haya lugar”, explica la dependencia federal en su página de internet.
Un caso es el de Aidee Acosta. Nacida en Monterrey, Nuevo León, quien se enamoró de un ciudadano israelí, quien para casarse con ella le pidió renunciar a ser mexicana, adoptar la nacionalidad israelí y convertirse al judaísmo. En entrevista con El Sol de México cuenta que no le fue fácil, pero las leyes de Israel prohíben el derecho de propiedad a extranjeros, por lo que no tuvo otra opción que renunciar a ser mexicana.
“Cuando acepté casarme con mi esposo sabía perfectamente que tenía que renunciar a varias cosas, a mi familia, a mi país y hasta a mi nacionalidad, pero fue una decisión tomada con el corazón pues me enamoré y así convenía para mi futuro y el de mis hijos. Tengo tres años que renuncié a ser mexicana y se siente raro porque ahora cuando voy a México a visitar a mi familia entro como extranjera; sin embargo creo que los humanos somos en realidad ciudadanos del mundo y debemos adaptarnos al lugar en el que vivimos”, afirmó.
La oportunidad de empleo es otra de las causas por la que mexicanos y mexicanas han decidido renunciar a su nacionalidad. Julio es uno de ellos.
En 2021 logró una beca para estudiar computación en Japón, gracias a la cual pudo obtener un trabajo en una empresa de ese país que ofrece “mucho mejores condiciones laborales a los ciudadanos locales que a los extranjeros, e incluso a los que tienen más de una nacionalidad”, por lo que no dudó en renunciar a ser mexicano para casarse con su esposa japonesa y adquirir la nacionalidad de ese país.
“Sabía que en México, como mexicano, nunca podría alcanzar el nivel laboral y de vida que he logrado aquí. Sí te queda ese sentimiento como de remordimiento, de traición, no, pero también es una realidad que las oportunidades hay que aprovecharlas y, en mi caso, las circunstancias me llevaron a tomar la decisión. No sé siquiera si después pediría recuperarla, quizás si acá las cosas al final cambian y debo regresarme a mi país”, contó.
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De acuerdo con la ley mexicana, si la persona que renunció voluntariamente a la nacionalidad mexicana quiere recuperarla, tendrá que hacerlo mediante el procedimiento de Declaratoria de Nacionalidad Mexicana por Nacimiento, o sujetarse al procedimiento para obtener la nacionalidad mexicana por naturalización, según sea el caso. Hasta el momento, de acuerdo con la información proporcionada por la SRE, nadie ha solicitado recuperar la nacionalidad.
La Secretaría de Relaciones Exteriores no tiene registros de personas que hayan decidido renunciar a ser mexicanas por razones políticas.