La igualdad “es un buen negocio” social, dice Irma Egoavil, presidenta de la Asociación Mexicana de la Industria de Investigación Farmacéutica (AMIIF), debido a que el desarrollo de las mujeres se traduce en la construcción de economías fuertes y promueven la movilidad familiar y comunitaria.
“Porque cuando tienes una mujer con educación y alguna forma de autosuficiencia, construyes economías más fuertes, sociedad más justas y estables, mejoras la calidad de vida de las familias, porque cuando empoderas a una mujer empoderas a una familia y a una comunidad”, afirma respecto del papel de las mujeres en el mundo y en México.
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“No tenernos integradas en la fuerza laboral de forma equitativa es perder la mitad del talento, visión y la forma en que abordan la forma de resolver problemas”.
En la AMIIF se encuentran las 60 empresas de mayor reconocimiento nacional e internacional como Pfizer, Roche, AstraZeneca, Bayer, Lilly, Novartis y Sanofi, entre otras.
Explica que en la industria en la que ella se desarrolla el panorama de las mujeres se ha movido en la última década.
En México la presencia de ellas en la industria farmacéutica creció 12 por ciento, pero en puestos directivos, tan sólo en la asociación que preside, ha pasado de dos a cinco mujeres en puestos directivos.
“Hace falta que lleguen más”, reconoce.
Si se ve la composición de la industria farmacéutica, las mujeres están altamente representadas en las tres asociaciones existentes, hoy suman 47 por ciento del personal que trabaja en esa área.
En la década de 2008 al 2018 el crecimiento fue de alrededor de 12 por ciento, para llegar a una representación de 52 por ciento por parte de ellas en la AMIIF.
“En volumen las que hay más son las químicas farmacéuticas biólogas, quienes se desempeñan en áreas de laboratorio y de regulación. Lo mismo de las ciencias de salud”, dice.
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