/ martes 14 de julio de 2020

Monjes Zen y geishas recurren a Zoom en la nueva normalidad

Para mantenerse vigentes, religiosos budistas y acompañantes niponas rompen un protocolo milenario para dar servicios en línea, incluso a costa de las críticas

TOKIO. Un solitario monje Zen se sienta ante una webcam, tañe una campana y da inicio a una sesión de meditación con decenas de participantes virtuales de todo el mundo. Así es la nueva normalidad de tradiciones niponas que hasta ahora vivían al margen de la tecnología.

"Relájense y presten atención al aire que entra y sale de su cuerpo. Al exhalar, liberen la mente de ideas innecesarias", indica Daigo Ozawa, abad del monasterio de Tokozenji, en Yokohama (sur de Tokio), en una de las clases semanales gratuitas de "zazen" que ofrece en línea tanto en japonés como en inglés.

Los participantes de la meditación siguen en silencio absoluto las instrucciones del monje Ozawa sobre esta práctica que se realiza en postura sentada y que es considerada la base del budismo Zen.

Las videoconferencias son la alternativa a la que han recurrido los monjes de Tokozenji cuando fueron obligados a cancelar sus clases presenciales debido a la pandemia, al igual que ha hecho los practicantes de otras artes tradicionales japonesas como los espectáculos de geishas.

"Siendo sincero, yo era muy escéptico sobre las sesiones zazen en línea", explica Ozawa, quien señala la importancia en esta disciplina de la presencia física del monje para supervisar la respiración de sus discípulos y también para corregir sus posturas dándoles toques con una vara en la espalda y los hombros.

Este monje decidió atreverse con las sesiones virtuales cuando hace unos meses los asiduos a sus clases presenciales mensuales se mostraron "extremadamente tristes" por no poder acudir debido a las restricciones impuestas para contener contagios los de coronavirus.

"Quería ayudar en algo a la sociedad en esta época de grandes incertidumbres y dificultades", dice Ozawa, quien considera que la práctica del "zazen" puede contribuir a "despejar la mente y a encontrar la paz y la tranquilidad".

Una vez adaptadas la preparación y la estructura de las sesiones al formato virtual, la forma de conducir las clases "no cambia demasiado" respecto a las presenciales, según el abad de Tokozenji.

Sus clases, de una hora, consisten en una breve introducción seguida de dos sesiones de meditación intercaladas por la interpretación de un poema por parte del monje y concluyen con la lectura de comentarios y preguntas que dejan los discípulos en el chat de la videollamada.

Foto: EFE

SESIONES ÍNTIMAS EN WEBCAM

Los espectáculos de geishas, que tradicionalmente tienen lugar en un ambiente íntimo y exclusivo para clientes de cierto nivel socioeconómico, también se han adaptado a la era poscoronavirus.

Desde el pasado mayo, un "kenban" o agrupación de geishas de Hakone ofrece sesiones en línea grupales o privadas con estas profesionales del entretenimiento formadas en las artes de la danza, de la música y de la conversación.

Esta iniciativa a través de videollamadas surgió para mantener empleadas a las geishas que perdieron temporalmente sus ingresos, así como para que pudieran "seguir entrenando y preparándose", relata Tamaki Nishimura, responsable de la plataforma Meet Geisha.

En sus espectáculos, las geishas interpretan danzas y cantos tradicionales, tocan instrumentos o charlan con unos clientes a los que se recomienda conectarse ante sus ordenadores o teléfonos móviles con una bebida y algo de comida.

Así intentan recrear la atmósfera festiva y cercana que envuelve a las geishas, aunque, admite Nishimura, "es muy diferente" a un espectáculo en vivo, algo que ha deparado críticas a su iniciativa.

"Hay quien dice que esto no son verdaderas geishas porque no siguen la tradición... Pero quienes trabajan con nosotros creen que si hay un momento para cambiar la concepción de las geishas, es ahora", destaca la responsable del proyecto.

"Quizás es la única forma que tenemos de sobrevivir", añade Nishimura, quien cree que debido a la pandemia no podrán animar cenas de empresa con 20 o 30 invitados, lo que constituía una de las principales fuentes de ingreso de las geishas.

Lee también otros contenidos de Normal ⬇️




Te recomendamos el podcast ⬇️

Spotify

Apple Podcasts

Google Podcasts

Acast

TOKIO. Un solitario monje Zen se sienta ante una webcam, tañe una campana y da inicio a una sesión de meditación con decenas de participantes virtuales de todo el mundo. Así es la nueva normalidad de tradiciones niponas que hasta ahora vivían al margen de la tecnología.

"Relájense y presten atención al aire que entra y sale de su cuerpo. Al exhalar, liberen la mente de ideas innecesarias", indica Daigo Ozawa, abad del monasterio de Tokozenji, en Yokohama (sur de Tokio), en una de las clases semanales gratuitas de "zazen" que ofrece en línea tanto en japonés como en inglés.

Los participantes de la meditación siguen en silencio absoluto las instrucciones del monje Ozawa sobre esta práctica que se realiza en postura sentada y que es considerada la base del budismo Zen.

Las videoconferencias son la alternativa a la que han recurrido los monjes de Tokozenji cuando fueron obligados a cancelar sus clases presenciales debido a la pandemia, al igual que ha hecho los practicantes de otras artes tradicionales japonesas como los espectáculos de geishas.

"Siendo sincero, yo era muy escéptico sobre las sesiones zazen en línea", explica Ozawa, quien señala la importancia en esta disciplina de la presencia física del monje para supervisar la respiración de sus discípulos y también para corregir sus posturas dándoles toques con una vara en la espalda y los hombros.

Este monje decidió atreverse con las sesiones virtuales cuando hace unos meses los asiduos a sus clases presenciales mensuales se mostraron "extremadamente tristes" por no poder acudir debido a las restricciones impuestas para contener contagios los de coronavirus.

"Quería ayudar en algo a la sociedad en esta época de grandes incertidumbres y dificultades", dice Ozawa, quien considera que la práctica del "zazen" puede contribuir a "despejar la mente y a encontrar la paz y la tranquilidad".

Una vez adaptadas la preparación y la estructura de las sesiones al formato virtual, la forma de conducir las clases "no cambia demasiado" respecto a las presenciales, según el abad de Tokozenji.

Sus clases, de una hora, consisten en una breve introducción seguida de dos sesiones de meditación intercaladas por la interpretación de un poema por parte del monje y concluyen con la lectura de comentarios y preguntas que dejan los discípulos en el chat de la videollamada.

Foto: EFE

SESIONES ÍNTIMAS EN WEBCAM

Los espectáculos de geishas, que tradicionalmente tienen lugar en un ambiente íntimo y exclusivo para clientes de cierto nivel socioeconómico, también se han adaptado a la era poscoronavirus.

Desde el pasado mayo, un "kenban" o agrupación de geishas de Hakone ofrece sesiones en línea grupales o privadas con estas profesionales del entretenimiento formadas en las artes de la danza, de la música y de la conversación.

Esta iniciativa a través de videollamadas surgió para mantener empleadas a las geishas que perdieron temporalmente sus ingresos, así como para que pudieran "seguir entrenando y preparándose", relata Tamaki Nishimura, responsable de la plataforma Meet Geisha.

En sus espectáculos, las geishas interpretan danzas y cantos tradicionales, tocan instrumentos o charlan con unos clientes a los que se recomienda conectarse ante sus ordenadores o teléfonos móviles con una bebida y algo de comida.

Así intentan recrear la atmósfera festiva y cercana que envuelve a las geishas, aunque, admite Nishimura, "es muy diferente" a un espectáculo en vivo, algo que ha deparado críticas a su iniciativa.

"Hay quien dice que esto no son verdaderas geishas porque no siguen la tradición... Pero quienes trabajan con nosotros creen que si hay un momento para cambiar la concepción de las geishas, es ahora", destaca la responsable del proyecto.

"Quizás es la única forma que tenemos de sobrevivir", añade Nishimura, quien cree que debido a la pandemia no podrán animar cenas de empresa con 20 o 30 invitados, lo que constituía una de las principales fuentes de ingreso de las geishas.

Lee también otros contenidos de Normal ⬇️




Te recomendamos el podcast ⬇️

Spotify

Apple Podcasts

Google Podcasts

Acast

Cultura

Chumi; Ama de casa, madre y cosplayer por diversión

Mitzi Sumiko Daza Leal comparte su trayectoria en el mundo del cosplay y experiencias que la han llevado a convertirse en una reconocida invitada en eventos y convenciones

Deportes

Caliente de Durango consigue su primera victoria en pretemporada

Caliente de Durango elevó la sensación térmica en Delicias ganando 7-2 a los Dorados de Chihuahua en una histórica primera victoria en pretemporada

Elecciones 2024

Se registran en el IEPC aspirantes a una candidatura por la coalición Fuerza y Corazón por México

Los aspirantes a encabezar las candidatura en uno de los 15 distritos electorales locales de la coalición Fuerza y Corazón por México, hicieron acto de presencia en las instalaciones del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana

Local

Minería del oro agradece a secretaría de gobierno por proteger empleos en San Juan del Río

La empresa minera reanudó operaciones desde la tarde del domingo 24 de marzo

Cultura

Explora la cultura en el Festival Ricardo Castro 2024

Entre los destacados eventos culturales se encuentran el Museo de la Ciudad 450, el Museo de Arte Funerario "Benigno Montoya" y la Galería Episcopal de la Catedral Basílica Menor

Local

Inmobiliarios perforan pozos y llevan servicios públicos a fraccionamientos por su cuenta

El proceso de dotar de servicios públicos de manera propia y no a través del Ayuntamiento, genera un costo adicional y ello incrementa el costo de la urbanización