El mes de septiembre inició con un gran vértigo y prácticamente será un mes muy movido porque habrá de delinear lo que será el futuro de Durango. Al arranque del mes quedó conformado el Congreso del Estado con algunas novedades, pero casi todo como se esperaba.
Al cierre del mes pasado, se dibujaron algunas estrategias legales para alcanzar el control político-administrativo de la legislatura. La agonizante mayoría de Morena se aventó una jugada que estuvo a punto de fraguarle, salvo que olvidó que los alcances del procedimiento legislativo que llegaba hasta dónde está el líder de la alianza José Rosas Aispuro, quien con una salomónica y justa decisión acabó de un plumazo con esa intentona, que aunque legal, sí injusta.
Haciendo uso de la mayoría de Morena en el Congreso y ya en el ocaso, trataron de dar un albazo al modificar la Ley Orgánica del Poder Legislativo y permitirles encabezar al menos un año más la Junta de Gobierno y Coordinación Política.
Dicen que más sabe el diablo por viejo que por diablo, y Morena enfrentó al menos a cuatro probados juristas: Al mismísimo doctor Aispuro; al doctor Benítez y los no menos conocedores del Derecho como son Ricardo Pacheco y Ricardo López Pecador.
La opinión e interés obvio de estos, sin lugar a dudas llevaron a la resolución jurídico-política del tema con la historia que ya conocemos, mientras que los morenitas quisieron firmar la herencia con su moribunda mayoría, en tanto los aliancistas del PRI y PAN esperaron pacientemente la dilación y nunca se publicó el decreto y obviamente nunca entró en vigor.
Finalmente Morena se vio obligado a negociar, ya sin fuerza política al menguar de un día para otro en número de votos en la legislatura. Logró que se le concedieran Comunicación Social, en cambio la Junta de Gobierno y Coordinación Política de la legislatura fue a manos del PRI con un Ricardo López Pescador con fuerza política del centro del país.
Todo esto sirvió para que el titular del Ejecutivo llegara a su Quinto Informe de Gobierno sin contratiempos y con la suficiente fuerza política para preparar su salida. Los resultados de junio definieron lo que hasta este jueves se vivió con los nuevos cambios en el esquema político del estado, donde los grandes ganadores fueron el gobernador, su partido y el PRI que volverá a poner todo su oficio en el Congreso.
Estas nuevas aguas, que van con calma sólo se verán truncadas por la irremediable sucesión gubernamental, cuyo banderazo fue dado este jueves pasado, al darse el informe de gobierno, que marca el arrancadero a quienes aspiran a la sucesión del oriundo de Tamazula.