“Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la iglesia católica”… Un día maravilloso, sin duda lleno de alegría para toda la familia, fue para el tierno niño Víctor Daniel Luján Vela, quien recibió el sagrado sacramento de su bautizo, en un emotivo acto de Fe que tuvo como escenario el bautisterio del Templo de Nuestra Señora de Santa Ana y la Sagrada Familia.
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El guapo nene, estuvo acompañado de sus queridos papás, señores Jorge Alberto Luján Gutiérrez y Bárbara Alí Vela Salazar, así como de sus demás familiares, quienes muy contentos y emocionados realizaron este hermoso acto de amor hacia el Señor, y quienes prometieron cuidar del pequeñito, por ser un regalo del Señor.
En la emotiva ceremonia que dirigió el sacerdote Fernando Rodríguez Castañeda, dio las lecturas correspondientes, para que el niño, fuera bañado con el agua bendita del Jordán, y bendecido como Hijo de Dios Padre.
Como padrinos figuraron los señores, Luis Fernando Medina Salazar y Maryan Luján Gutiérrez, quienes acompañaron al nuevo cristiano en el especial ritual de poner el agua bendita sobre su cabecita, para luego secarlo con la toallita y proseguir con el encendido de la vela para el bonito acto de Fe.
Sin duda dicho acontecimiento no podía estar completo, sin la presencia de abuelos, tíos, primos y demás seres allegados al tierno niño, además de muchos tíos y primos, quienes muy emocionados de ver convertido a Víctor Daniel en católico, le desearon una bonita vida.
Cabe mencionar que la familia anfitriona, ofreció una riquísima comida, la cual se llevó a cabo en su domicilio particular y fue meramente familiar, en honor al guapo Víctor Daniel, quien disfrutó del cariño y las bonitas felicitaciones por parte de sus seres amados.
Entre los presentes anotamos a su abuelita materna, la señora Martha Elena Salazar, así como de sus abuelitos paternos, señores Jorge Alberto Luján Ornelas y Elisabet Gutiérrez Gutiérrez, entre muchos invitados más.
Sin duda fue un día de fiesta para el tierno celebrante, así como para sus invitados, quienes disfrutaron de principio a fin de este grato acontecimiento social.
Enhorabuena al nuevo cristiano, por cumplir ya con este sacramento que obliga la iglesia católica. ¡Muchas felicidades a la familia anfitriona por tan bonito evento!