"Tony" Salcido, emblema del Club Deportivo Maderera

Miembro de una de las familias que en efecto, históricamente más le han aportado al brillo que ha vivido desde el siglo pasado el Club Deportivo Maderera

Alejandro Blanco | El Sol de Durango

  · sábado 24 de octubre de 2020

Foto: cortesía | Familia Salcido

Formó parte de la segunda generación de los equipos profesionales de fútbol Alacranes de Durango y desde luego, también de los onces que más han brillado en la historia del Club Deportivo Maderera, de hecho fue parte del primer cuadro monarca del populoso barrio y miembro de una de las dinastías que ciertamente más le aportaron a ese lustre balompédico maderero: Antonio “Tony” Salcido, quien el pasado 21 de octubre pasó a mejor vida.

La noticia cayó como balde de agua fría en la colonia y más, a quienes alguna vez fueron coequiperos con él, con Antonio, también conocido como “El Toro” Salcido, quien se adelantó en la senda sin retorno, no pudo luchar más contra un terrible padecimiento que le aquejó durante los últimos años.

Foto: cortesía | Familia Salcido

Miembro de una de las familias que en efecto, históricamente más le han aportado al brillo que ha vivido desde el siglo pasado el Club Deportivo Maderera, con el “Tita”, el “Pollo” y “Melo”, o sea, Jorge, Gerardo y Carmelo Salcido Carrillo, los dos primeros también con trayectoria en el fútbol de paga, Tony comenzó a patear balones desde su infancia y de hecho, muy joven integró la oncena que le dio a la barriada la primera satisfacción de campeonar aquel histórico domingo 12 de diciembre de 1976, cuando la escuadra doblegó a su rival Fifsa, donde compartió cancha con otros iconos de la colonia, como Clemente “Choche” García, Luciano “Chanito” Calderón, Jorge “Campeón” Blanco, David “Loquillo” Caoromero, José Reyes “Werever” Carrillo, José “Chilpas” Naverrete, Roberto “Nano” Ortega(+), Miguel Ángel “Lic” Ortíz Gallegos, Jorge “Tita” Salcido, “Chavarín” García, “Bichi” Robles, “Camote” Blanco, René Navarrete y entre otros, Everardo Graciano Castillo y la dirección de Víctor y Pedro Navarrete.

Fue en el umbral de la década de los ochenta, cuando Antonio, junto con su hermano Jorge, incursionaron en el balompié profesional, en aquella escuadra que representó a Durango con el nombre de Alacranes de Durango y patrocinada por el entusiasta empresario canatleco “Chemy” Vázquez. La primera generación de Alacranes de Durango surgió a finales de los cincuenta, auspiciada por el industrial maderero Esteban Rosas Rodríguez y con la dirección técnica del ex seleccionado nacional Mario Pérez.

En los mismos años ochenta y hasta los primeros de los noventa, el Tony fue parte de la escuadra que con mucho orgullo mayor brillo y satisfacciones le brindaron a la colonia, donde integró de nuevo el equipo con históricos de la gran manzana futbolera de la Maderera, como “El Campeón” Blanco y el “Lic” Ortíz Gallegos, ahora ya como timoneles de la ola rojiblanca, con un racimo de coronas en la Liga Guadalupe Victoria.

Dentro del fútbol amateur, Salcido Carrillo participó en diversas competencias nacionales.

Vale sin duda anotar, la fase de entrenador y promotor deportivo que asumió “El Toro” Salcido, cuando en conjunto con Ortíz Gallegos en los terrenos del Parquecito, hoy unidad deportiva Galindo Higuera, comenzó a forjar precisamente a la generación que potenció la época de mayor esplendor y fama del Maderera, infundiendo sus conocimientos y capacidades a pateadores como Víctor Rojo, “Cochinón” González, “Comando” Sánchez, Miguel “Paya” Vitela, Javier “Bolígrafo” Guijarro(+), “Ñoño” Ortega, Lalo Rangel, Francisco García, Víctor Blanco, entre otros, que fueron la primera base de los cuadros estelares madereros.

Antonio ya como veterano complementó los cuadros que el Maderera enroló en las ligas Barra de Abogados y Durango.

Apenas el año pasado, en el mes de diciembre, durante la celebración del quincuagésimo Torneo de Campeones de Año Nuevo del Club Deportivo Maderera, precisamente en la Gala de la media centuria de la organización rojiblanca, Toño, de forma más que merecida, fue condecorado como uno de los mejores cincuenta futbolistas de la historia en Durango, junto con el “Chato” Rangel, “Chachín” Hernández, “Spiri” Calderón, “Mono” Ramirez, “Piola” Calderón, “Pecas” Graciano, todos éstos del Maderera, pero también con Bógar Lizárraga, Eddie Sierra, “Changa” Yáñez, “Tio” Solano, “Chito” Nevárez, “Camacán” Simental, “Bibis” Salazar, “Chata” Castañeda”, “Chavín” González, y otros.

El “Toro” Salcido, a quien le sobreviven hijos y nietos, fue un deportista sobresaliente, cuyo deceso enluta la práctica futbolística de la ciudad, se encuentra ya al lado del Creador y junto con sus padres Toña y Quico, su esposa Martha y su hermano Rico.

Descanse en paz el “Toro” Salcido.