Abuelita encontró un trabajo de ensueño y el Covid se lo arrebató

Muchos de estos abuelitos siguen siendo económicamente activos, y uno de los empleos que más buscan es el de empacadores de supermercado

Kathia Gamero | El Sol de Durango

  · viernes 15 de enero de 2021

Foto: Wendy Luna | El Sol de Durango

El coronavirus volcó la vida de todos, pero por naturaleza del virus, a algunos más que a otros, entre ellos se encuentran los adultos mayores y aún más aquellos que padecen enfermedades crónicas.

Muchos de estos abuelitos siguen siendo económicamente activos, y uno de los empleos que más buscan es el de empacadores de supermercados.

Clarita Treviño es una de ellos, pues nos cuenta que siempre le ha gustado trabajar y a pesar de sus 67 años de edad, está llena de vida y de energía.

“Yo prefiero estar aquí, pero muchos no lo entienden. No se gana mucho, pero me sirve para comprar lo que me hace falta”, expresa Clarita Treviño, quien lleva 4 años trabajando como cerillita.

Inició como empacadora voluntaria en una farmacia Guadalajara, el ambiente con los compañeros de trabajo, la convivencia y los incentivos la hacían feliz.

Sin embargo, la llegada de la pandemia por covid-19 fue un golpe duro para ella y fueron detonantes para su retiro, cuestión que no la hizo nada feliz. Pero por seguridad y salud, el dejar de trabajar y permanecer en casa es cuestión vital.

Por otro lado, a consecuencia del encierro clarita ha sufrido de ansiedad y en sus ojos se refleja una enorme tristeza pues además vive sola. El vacío y la falta de calor se pueden sentir en su hogar.

Pocas veces es visitada por su familia, así que tiene que encontrar la manera de entretenerse como hacer el aseo de su hogar y mirar la televisión.

Clarita no ha sido del todo desamparada pues le hicieron entrega de una despensa con variedad de alimentos con la finalidad de que el confinamiento lo mantenga sin necesidad de salir de casa.

Además, sus compañeras de trabajo utilizaron un pequeño bote donde contiene una fotografía de Clarita, con el fin de recolectar propinas de los clientes.

Tal vez sea poco el dinero que se logra recaudar, pero para Clarita es una bendición.

Clarita no sabe cuándo volverá. Sin embargo, anhela que sea pronto ya que los días se le hacen muy pesados y largos, pues no está acostumbrada a quedarse quieta y extraña la jornada laboral.

Muchos adultos mayores quedan a la incertidumbre de lo que pueda suceder, pues lo que parecía ser “un descanso en lo que esto pasa” se prolongó a meses de "vacaciones" y debido a que el virus llegó para quedarse, muy probablemente no puedan volver.

Para muchos de ellos es su principal fuente de ingresos. Además puede afectarlos de manera psicológica, porque llegan a un problema de depresión, y hasta podrían perder el interés por vivir.

Según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) la depresión es una enfermedad mental que afecta a más de 350 millones de personas en el mundo, siendo los adultos mayores los más afectados, pues ellos presentan cambios en su vitalidad y ven la disminución de sus funciones.

Foto: Wendy Luna | El Sol de Durango

“No hay que desanimarnos, hay que ser pacientes y tener fe en que nos volverán a llamar y regresaremos hacer lo que nos gusta”.