Con el objetivo de conservar el medio ambiente, el diputado local del PT, Rigoberto Quiñónez Samaniego, presentó ante el Pleno legislativo, una iniciativa de ley en la que se propone plantar árboles, uno por cada frente de casa, preferentemente de especies frutales, en las áreas urbanas existentes en una población, Municipio y el Estado.
En este sentido, la iniciativa pretende la reforma y adición a la Ley de Gestión Ambiental Sustentable para el Estado de Durango, agregando que dichos árboles sean nativos o bien exóticos que hayan sido adaptados a las condiciones climáticas del Estado, pero con el fin de lograr un equilibrio ecológico propicio para el desarrollo de los habitantes.
El legislador precisó que la protección al medio ambiente se ha posicionado como el tema de mayor trascendencia en la actualidad, pero desgraciadamente, la naturaleza está llegando a su límite, ya que le queda aproximadamente un periodo de 30 años para que los daños sean irreversibles.
“Todos los duranguenses tenemos el derecho a vivir en un entorno saludable, además de ser una prerrogativa constitucional, que considera el ambiente como un bien jurídico fundamental, pero depende de todos conservarlo”, indicó Quiñónez Samaniego.
Cabe señalar que en la Ley de Desarrollo Urbano para el Estado de Durango se encuentra establecido que en las banquetas de las calles colectoras deberán estar conformadas por un 25 por ciento de área verde jardinada, y las calles locales hasta por un 40 por ciento, y “podemos observar que, en la realidad, existen banquetas que están prácticamente recubiertas en su totalidad de concreto”, señaló el diputado.
Por lo que, según lo expuesto por el diputado, las banquetas grises pueden ser el vehículo para potencializar la cobertura de infraestructura verde que nos falta en nuestro estado.
Quiñónez Samaniego a nombre del grupo parlamentario del PT, aseveró que la finalidad de dicha iniciativa es obligar a los Ayuntamientos para que cada vivienda como mínimo cuente con un árbol en la baqueta de sus frentes, lo que conllevaría a mejorar la calidad del aire que respiran las familias duranguenses y la reducción de las olas de calor que se han presentado por el cambio climático.
