Al menos un 50% de los 80 talleres textiles que confeccionan uniformes escolares han tenido que cerrar definitivamente por la cancelación del programa gubernamental y la falta de clases en escuelas particulares; el impacto en pérdida de empleos es de unos 100, aunque la derrama económica que dejaron de percibir vía licitación asciende a 78 millones de pesos, afirmó Raúl Bermúdez, quien puntualizó que en estos momentos solo trabajan un 20% de las empresas que han logrado mantenerse.
El Tesorero de la Asociación Durango Textileros, reconoció en entrevista que ha sido catastrófico el golpe que han recibido tras la cancelación del programa de uniformes escolares, tanto el año pasado como este debido a la pandemia.
En el caso de los pequeños talleres que participaban, de la licitación gubernamental eran cerca de 80, ahora ya la mitad de ellos cerró al terminarse el trabajo, a eso se le añade que también escuelas y colegios particulares dejaron de demandar prendas para sus alumnos y la situación se complicó aún más.
Actualmente solo sobreviven cerca de 16 pequeñas empresas del ramo, mismas que aún se esfuerzan por mantenerse a flote y no cerrar sus puertas, buscan otro tipo de opciones como la confección de uniformes de trabajo para mercados como Estados Unidos, aunque los empresarios de este sector señalan que el contexto económico debido a la crisis sanitaria en verdad los ha golpeado.