Las uvas son un elemento esencial en las cenas de fin de año, pues las utilizan como un ritual para los propósitos de año nuevo, sin embargo éstas ya son un producto de lujo para las familias, señaló el consejero de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Durango, Reynaldo Dozal Ibáñez, luego de reconocer que productos de importación entre los que también se encuentran el kiwi, manzanas y ciruelas, se encuentran por arriba de los 90 pesos.
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Esto significa que su consumo disminuye y se le comienza a dar valor a alimentos que son tradicionales de México. Y es que de acuerdo con el comerciante local, “ahorita no hay producto que no cueste por debajo de los 20 pesos”, dijo al referirse que incluso alimentos como la cebolla, tomate o chile; indispensables en la dieta del mexicano, han alcanzado precios superiores a los 35 pesos.
Aseguró además que el tema de las hortalizas está relacionado con la sequía atípica de este año, no se levantó mucha cosecha y ello deriva en la escasez de los alimentos, que en los próximos años será todavía peor, “no vemos que esto se vaya a mejorar hasta no ver qué cosecha trae Sinaloa”, dijo.
De ahí que durante este 2023 se tuvieron productos cuyo incremento fue incluso del cien por ciento, pues tan solo en la cebolla mientras que anteriormente tenía un costo de 15 pesos el kilogramo, hoy se encuentra por arriba de los 30 pesos en la mayoría de los lugares.
“Son productos que no podemos prescindir de nuestra dieta y esos son los que les menciono. La preocupación es que a la gente le alcanza menos kilos para poder comprar o se está privando de otras cosas para poder comer”, comentó Dozal Ibáñez.
Explicó que el panorama en relación al costo de los alimentos para el siguiente año dependerá del clima, pues en el caso de Durango se cuenta con producción de temporal, “si hay lluvias a tiempo, hay buena cosecha y los precios bajan, si se viene como este año, olvídense se va a poner peor”, dijo.
El expresidente de la Canaco, dijo no estar de acuerdo con las cifras que presenta el Gobierno federal de un 7% de inflación, pues para ellos incluso se habla de hasta un 20 por ciento y esto impacta directamente en el aumento de los precios de las mercancías.
“Recibimos con agrado el incremento al salario mínimo, pero nosotros preferíamos, que se dieran las condiciones para que no subieran los productos, como que bajen las gasolinas, seguridad en las carreteras y traer nosotros mercancías de lugares donde está más barato, pero a donde no podemos ir por la inseguridad”, dijo.