Menonitas a merced de la guerrilla paraguaya: liberan a mexicanos secuestrados

Ambos fueron encontrados en la mañana de este lunes por un peón agrícola en la estancia Luisa

EFE

  · lunes 5 de febrero de 2018

Foto: Reuters

Asunción.- Los colonos menonitas Franz Hiebert, de 32 años, y Bernard Blatz, de 22 años, ambos de origen mexicano, fueron liberados hoy en el norte de Paraguay tras ser secuestrados hace unos cinco meses en dos acciones separadas presuntamente por la guerrilla Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

Ambos fueron encontrados en la mañana de este lunes por un peón agrícola en la estancia Luisa, en el departamento de Concepción, la hacienda donde en enero de 2015 el EPP secuestró y mató a los alemanes residentes en Paraguay Robert Natto, de 60 años, y Érika Reiser, de 56.

Tras divulgarse la liberación, los familiares de los dos jóvenes se presentaron el lugar para trasladarlos a sus respectivos hogares, en el vecino departamento de San Pedro, a unos 35 kilómetros de distancia, informó a Efe Cornelio Penner, portavoz de la colonia menonita Manitoba.

Aunque ambos se encontraban bien de salud, Hiebert fue trasladado luego a un centro médico de Asunción donde está ingresado por un cuadro infeccioso debido a algunas heridas en las extremidades.

Blatz, por su parte, apareció en un video difundido en los medios locales en el que dio las gracias a todas las personas que lo apoyaron y a Dios que lo protegió.

De acuerdo con Penner, los dos colonos estuvieron separados y no se vieron hasta unos días antes de la liberación.

Hiebert desapareció a finales de agosto pasado, cuando estaba trabajando con un tractor en la finca San Eduardo, también en el departamento de San Pedro, momento en el que seis desconocidos, vestidos con ropas camufladas, irrumpieron en la plantación y quemaron el vehículo.

Blatz, también de familia mexicana, desapareció semanas después, cuando tres desconocidos dispararon con fusiles a la camioneta en la que viajaba y se lo llevaron.

Las autoridades consideraron a esos menonitas "desaparecidos por privación ilegítima de libertad", ya que para que se califique un caso como secuestro es necesario que exista alguna reivindicación, una petición de rescate o extorsión.

Sin embargo, las fuerzas de seguridad reconocieron que las familias mantenían negociaciones con los secuestradores en busca de su liberación.

En ese sentido, los medios locales aseguraron que las familias pagaron una suma de 1 millón 250 mil dólares por la libertad de los dos menonitas.

Penner no quiso comentar ese extremo, pero recordó que el pasado diciembre los familiares repartieron toneladas de alimentos en varias comunidades humildes del país, lo que se cree era una exigencia de la guerrilla para su inmediata liberación.

De hecho, para esa Navidad se esperaba su puesta en libertad, que finalmente no se produjo en esas fechas.

Su libertad se produce cuando todavía resuena en la comunidad menonita de Paraguay la noticia de la muerte de Abraham Fehr, secuestrado hace dos años y medio por el EPP.

Los restos de Fehr, de 38 años, aparecieron a mediados de enero en una fosa común en el departamento de San Pedro.

El hallazgo se produjo tras encontrarse unos panfletos que llevaban la autoría del EPP, en los que figuraba el nombre de Fehr y se daban las coordenadas del lugar donde estaba el cuerpo.

El análisis forense descartó que la muerte se debiera a impactos de bala o heridas de arma blanca y la atribuyó a causas naturales sin especificar.

Los menonitas de Paraguay se han convertido en uno de los objetivos del EPP a través de los secuestros y del pago del denominado "impuesto revolucionario".

En julio de 2016, el EPP secuestró al menonita Franz Wiebe, de 18 años, al que liberó en febrero del pasado año, tras el reparto de alimentos en comunidades pobres.

El EPP también tiene en su poder, desde julio de 2014, al suboficial de la Policía Edelio Morínigo, por cuya libertad se ofreció un canje de prisioneros de la guerrilla que el Gobierno no aceptó.

En la zona norte de Paraguay fue secuestrado en octubre el empresario ganadero Félix Urbieta, cuyo secuestro en octubre de 2016 apunta a un grupo escindido del EPP.

El Gobierno paraguayo atribuye al EPP medio centenar de asesinatos y varios secuestros desde su fundación en 2008.

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