Chiapas.- Al menos mil 500 migrantes permanecen encerrados en la garita que da acceso a territorio mexicano, en la frontera con Tecún Umán, Guatemala, de donde ayer por la tarde fueron corridos por pobladores de Ayutla que con palos y armas los ahuyentaron.
Los centroamericanos que esperan visas tienen restringida la salida de la aduana, con el argumento por parte del INM que es por seguridad del contingente que ayer fue atacado.
Incluso, los agentes migratorios les impiden que adquieran o compren bebidas o comida de comerciantes que han llegado hasta las rejas y portones cerrados con candados.
Afuera de las oficinas gubernamentales, otros esperan a familiares que aún están en el proceso de adquirir los permisos correspondientes, pero ya no pueden ingresar para acompañarlos y tienen que dormir a la intemperie.
En el interior de las instalaciones esperan aquellos que tienen citas para la entrega de tarjetas con fechas 25,26 27 y 28 de enero, mientras que en ventanilla hacen fila aquellos que tienen aún más rezagada la entrega de documentos oficiales que les permitan el libre tránsito por México durante un año.
Mientras tanto, un contingente de al menos un centenar de centroamericanos, camina de la carretera que conduce de este puerto fronterizo hacia Tapachula. Ya con visas en mano, buscan llegar a esta localidad para descansar y emprender su camino hacia municipios colindantes con Oaxaca, con la intención de llegar a otras provincias o al norte del país.
El altercado que orilló a cientos de migrantes huir del parque central de Ayutla, ha provocado que el puente internacional que conecta a Tecún Umán con Suchiate, Chiapas, esté aún más congestionado y provoque un “nudo” humano.
Se estima que están a la espera de visas humanitarias más de 10 mil personas, mientras que el INM intenta agilizar los procedimientos de entrega.