/ domingo 7 de abril de 2024

Desde el pizarrón

El gran eclipse de América del Norte


Para el momento en que la presente columna aparezca, faltarán unas pocas horas para que la sociedad duranguense sea testigo de uno de los acontecimientos astronómicos más impresionantes, un eclipse solar; visible en la mayor parte de nuestra entidad y al que muchos medios de comunicación han llamado el Gran Eclipse de América del Norte.

Este evento celestial, que sumirá temporalmente a la región en la oscuridad durante varios minutos, no sólo será un espectáculo visual fascinante, sino que también tendrá profundas implicaciones científicas y culturales. La relevancia de este acontecimiento del 8 de abril de 2024 radica en varios aspectos. En primer lugar, desde un punto de vista científico, los eclipses solares totales ofrecen una oportunidad única para estudiar la corona solar, la capa más externa del Sol que normalmente no es visible debido al resplandor del disco solar. Durante el breve período de oscuridad total, los científicos pueden observar la corona con mayor claridad, lo que permite investigaciones sobre su estructura, composición y actividad.

Además, este eclipse brindará una valiosa oportunidad para realizar mediciones precisas de la temperatura y densidad de la corona solar, así como para estudiar fenómenos como las eyecciones de masa coronal, que pueden tener impactos significativos en la Tierra, como interferencias en las comunicaciones y redes eléctricas.

Desde una perspectiva cultural, los eclipses solares totales han capturado la imaginación de las sociedades humanas a lo largo de la historia. En muchas culturas antiguas, los eclipses solares se interpretaban como señales divinas o presagios de eventos importantes. Incluso en la era moderna, estos eventos continúan inspirando asombro y admiración en personas de todo el mundo, sirviendo como recordatorio de nuestra conexión con el vasto universo que nos rodea.

El eclipse presenta una oportunidad excepcional para involucrar a docentes, estudiantes y padres de familia en experiencias educativas enriquecedoras y memorables. Fenómenos como este fomentan la curiosidad, el aprendizaje y la apreciación de la ciencia y la naturaleza, y pueden inspirar a las futuras generaciones a seguir carreras en campos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

En esta virtud, la Secretaría de Educación del Estado de Durango, a través de toda su estructura, ha estado promoviendo entre las comunidades escolares algunas formas en que este evento astronómico puede ser aprovechado con fines educativos tales como: La observación directa, mediante actividades de observación del eclipse en las escuelas, invitando a los estudiantes y a sus padres a presenciar el fenómeno utilizando materiales adecuados o gafas de eclipse certificadas. Esta experiencia proporcionará una oportunidad única para que los estudiantes vean en vivo y en directo un fenómeno astronómico de gran magnitud.

La investigación previa, introduciendo el tema mediante actividades educativas que expliquen la ciencia detrás de los eclipses solares. Esto incluye lecciones sobre la alineación de la Tierra, la Luna y el Sol, así como sobre la estructura y la dinámica del sistema solar. Los educandos pueden acceder a información sobre eclipses solares pasados y cómo han sido interpretados por diferentes culturas a lo largo de la historia.

Los docentes pueden integrar el eclipse solar en varias áreas del plan de estudios, fomentando proyectos interdisciplinarios que aborden aspectos científicos, históricos, culturales y artísticos del fenómeno; los estudiantes pueden escribir ensayos sobre la importancia de los eclipses en diversas culturas, crear representaciones artísticas del evento o investigar cómo los eclipses han contribuido al avance de la ciencia.

Se ha insistido en que después del eclipse, los docentes puedan facilitar sesiones de reflexión y discusión en las aulas para que los alumnos compartan sus experiencias, impresiones y preguntas sobre el evento. Esto será una oportunidad para profundizar en temas relacionados con la astronomía, la física, la historia y la diversidad cultural.

Una parte fundamental ha sido que los docentes, escolares y padres de familia reciban información sobre cómo observar el eclipse de manera segura para evitar daños en los ojos. Se han proporcionado indicaciones claras sobre el uso adecuado de filtros solares y gafas de eclipse certificadas, así como sobre cómo construir proyectores solares simples y seguros para observar el eclipse de manera indirecta.

Para que no se corran riesgos, se ha hecho hincapié en no usar filtros caseros, como radiografías, CDs o vidrios ahumados; estos filtros no proporcionan protección adecuada y pueden permitir que la luz solar dañina cause lesiones graves. Supervisar a los niños, ellos son especialmente vulnerables a las lesiones oculares durante un eclipse. Limitar el tiempo de observación directa; aunque se usen gafas de eclipse solares certificadas, es importante limitar el tiempo de observación directa del sol durante el eclipse a breves períodos y tomar descansos regulares para permitir que los ojos se recuperen. Considerar ante todo la observación indirecta, utilizando un proyector solar o una cámara oscura. Estos métodos proyectan una imagen del sol en una superficie, sin la necesidad de mirarlo directamente.

El gran eclipse de América del Norte


Para el momento en que la presente columna aparezca, faltarán unas pocas horas para que la sociedad duranguense sea testigo de uno de los acontecimientos astronómicos más impresionantes, un eclipse solar; visible en la mayor parte de nuestra entidad y al que muchos medios de comunicación han llamado el Gran Eclipse de América del Norte.

Este evento celestial, que sumirá temporalmente a la región en la oscuridad durante varios minutos, no sólo será un espectáculo visual fascinante, sino que también tendrá profundas implicaciones científicas y culturales. La relevancia de este acontecimiento del 8 de abril de 2024 radica en varios aspectos. En primer lugar, desde un punto de vista científico, los eclipses solares totales ofrecen una oportunidad única para estudiar la corona solar, la capa más externa del Sol que normalmente no es visible debido al resplandor del disco solar. Durante el breve período de oscuridad total, los científicos pueden observar la corona con mayor claridad, lo que permite investigaciones sobre su estructura, composición y actividad.

Además, este eclipse brindará una valiosa oportunidad para realizar mediciones precisas de la temperatura y densidad de la corona solar, así como para estudiar fenómenos como las eyecciones de masa coronal, que pueden tener impactos significativos en la Tierra, como interferencias en las comunicaciones y redes eléctricas.

Desde una perspectiva cultural, los eclipses solares totales han capturado la imaginación de las sociedades humanas a lo largo de la historia. En muchas culturas antiguas, los eclipses solares se interpretaban como señales divinas o presagios de eventos importantes. Incluso en la era moderna, estos eventos continúan inspirando asombro y admiración en personas de todo el mundo, sirviendo como recordatorio de nuestra conexión con el vasto universo que nos rodea.

El eclipse presenta una oportunidad excepcional para involucrar a docentes, estudiantes y padres de familia en experiencias educativas enriquecedoras y memorables. Fenómenos como este fomentan la curiosidad, el aprendizaje y la apreciación de la ciencia y la naturaleza, y pueden inspirar a las futuras generaciones a seguir carreras en campos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

En esta virtud, la Secretaría de Educación del Estado de Durango, a través de toda su estructura, ha estado promoviendo entre las comunidades escolares algunas formas en que este evento astronómico puede ser aprovechado con fines educativos tales como: La observación directa, mediante actividades de observación del eclipse en las escuelas, invitando a los estudiantes y a sus padres a presenciar el fenómeno utilizando materiales adecuados o gafas de eclipse certificadas. Esta experiencia proporcionará una oportunidad única para que los estudiantes vean en vivo y en directo un fenómeno astronómico de gran magnitud.

La investigación previa, introduciendo el tema mediante actividades educativas que expliquen la ciencia detrás de los eclipses solares. Esto incluye lecciones sobre la alineación de la Tierra, la Luna y el Sol, así como sobre la estructura y la dinámica del sistema solar. Los educandos pueden acceder a información sobre eclipses solares pasados y cómo han sido interpretados por diferentes culturas a lo largo de la historia.

Los docentes pueden integrar el eclipse solar en varias áreas del plan de estudios, fomentando proyectos interdisciplinarios que aborden aspectos científicos, históricos, culturales y artísticos del fenómeno; los estudiantes pueden escribir ensayos sobre la importancia de los eclipses en diversas culturas, crear representaciones artísticas del evento o investigar cómo los eclipses han contribuido al avance de la ciencia.

Se ha insistido en que después del eclipse, los docentes puedan facilitar sesiones de reflexión y discusión en las aulas para que los alumnos compartan sus experiencias, impresiones y preguntas sobre el evento. Esto será una oportunidad para profundizar en temas relacionados con la astronomía, la física, la historia y la diversidad cultural.

Una parte fundamental ha sido que los docentes, escolares y padres de familia reciban información sobre cómo observar el eclipse de manera segura para evitar daños en los ojos. Se han proporcionado indicaciones claras sobre el uso adecuado de filtros solares y gafas de eclipse certificadas, así como sobre cómo construir proyectores solares simples y seguros para observar el eclipse de manera indirecta.

Para que no se corran riesgos, se ha hecho hincapié en no usar filtros caseros, como radiografías, CDs o vidrios ahumados; estos filtros no proporcionan protección adecuada y pueden permitir que la luz solar dañina cause lesiones graves. Supervisar a los niños, ellos son especialmente vulnerables a las lesiones oculares durante un eclipse. Limitar el tiempo de observación directa; aunque se usen gafas de eclipse solares certificadas, es importante limitar el tiempo de observación directa del sol durante el eclipse a breves períodos y tomar descansos regulares para permitir que los ojos se recuperen. Considerar ante todo la observación indirecta, utilizando un proyector solar o una cámara oscura. Estos métodos proyectan una imagen del sol en una superficie, sin la necesidad de mirarlo directamente.

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