Se ha luchado mucho por la equidad de género. Algo se ha logrado y nos encontramos con que en las presidencias municipales y en el Congreso del Estado son mayoría los hombres, pero sí hay representatividad de mujeres.
No así en el gabinete estatal.
De los 14 funcionarios que van a comparecer ante la Cámara, solamente dos son mujeres, Raquel Leila, la contralora y Ruth Medina, la fiscal.
Y a propósito, cabría señalar que Durango ha tenido muy buenas fiscales, en la anterior, Sonia Yadira de la Garza y en la actual, Ruth Medina.
De la exprocuradora, sabemos que le va muy bien litigando, que tiene un despacho próspero y que es la abogada de la mayoría de los señalados, por corrupción.
En los medios oficiales calificaron a los mejores presidentes municipales a un año de haber tomado posesión.
Por partidos:
Del PAN, en ese orden: Gerardo Galaviz, de Nuevo Ideal y César Rivas, de Santiago Papasquiaro.
De Morena, sólo una: Marina Vitela, de Gómez Palacio.
Del PRD, sólo uno: Isidro Sosa, de Guadalupe Victoria.
Y 3 del PRI: Homero Martínez, de Lerdo, Lourdes Martínez, de Cuencamé y Ángel Beltrán Félix, de Tamazula.
Manuel Espino Barrientos es un fenómeno como chapulín:
Fue presidente nacional del PAN en la época de Vicente Fox.
Le jugaron a la mala y lo desbancaron las cúpulas de derecha, así que creó una organización política que más o menos hizo crecer.
Fue secretario municipal de Naucalpan por Acción Nacional.
Se adhirió a la causa de López Obrador y hasta vino a Durango como delegado de todas las dependencias federales.
Estuvo unos días y se regresó a México y ahora regresa en un cargo policiaco para reclutar policías federales.
Por cierto, que no se me hace del todo atractivo un sueldo de 14 mil mensuales para los que resulten seleccionados.
Aquí en Durango los policías estatales ganan más.
En dos semanas a más tardar se girarán cuando menos 3 órdenes de aprehensión solicitadas por el fiscal Anticorrupción, Héctor García.
Por ley y por estrategia, no se pueden revelar los nombres.
Sabemos que hay la tendencia de que eviten ir al bote si reparan el daño causado al erario y en uno de los casos sabemos que el daño llega a los 10 millones.