Un precioso atuendo finamente bordado con flores y pedrería fue el que lució Aimeé Dominic Trinidad García, quien dio gracias por sus quince años en una emotiva misa que tuvo como marco el hermoso Templo de San Agustín, el cual lució preciosa decoración para recibirla.
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Familiares y amistades de ella y sus padres los señores Manuel de Jesús Trinidad Sandoval y Martha García Valles, además de sus hermanas América Dariana y Azul Desireé Trinidad García estuvieron con ella acompañándoles en esos emotivos instantes.
Los padrinos de la quinceañera fueron Guadalupe Sandoval Chávez y Felipe Alanís Pérez, quienes también unieron sus oraciones a las del sacerdote celebrante para pedirle al Altísimo que continúe llenando de bendiciones a Aimeé Dominic.
Durante la ceremonia también estuvo presente su abuelito Mario García Ortega y recordó a los otros ya fallecidos Rafaela Valles Hernández, Yolanda Sandoval Chávez y Manuel de Jesús Trinidad Castro.
La misa fue oficiada por Fray Maximiliano Torres quien le dijo a la quinceañera que nunca se suelte de la mano de Dios y siempre darle gracias por las bendiciones recibidas y seguir su camino bajo los principios morales que en todo momento le han inculcado en el seno familiar.
Además el padre comentó que la quinceañera es una celebración tradicional de la vida y de agradecimiento a Dios en la ocasión de los quince cumpleaños de una joven, como es el caso de Aimeé Dominic.
Agregó también que este ritual le da énfasis al paso de niña a mujer. Dijo que usualmente, la familia pide una misa o una bendición en la iglesia, afirmando que este ritual se celebra frecuentemente en varios países como México, en América Central, en Suramérica, y el Caribe.
Después de la Liturgia de la Palabra, la joven quinceañera hizo una promesa a Dios y a la Santísima Virgen de vivir el resto de su vida según las enseñanzas de Jesucristo y de la Iglesia, renovando sus promesas bautismales, posteriormente recibió la comunión en compañía de sus papás, padrinos, chambelanes e invitados.
Al término de la ceremonia sus invitados que acudieron a la misa de acción de gracias ya la esperaban en el atrio del hermoso recinto, en donde fue objeto de múltiples felicitaciones. Para después protagonizar junto a su familia una bonita sesión fotográfica que hoy comparte con nosotros y que le fue tomada por parte del profesional de la lente Gabriel Saucedo.
Posteriormente se trasladó al Salón “Real del Campanario”, el cual lució preciosa decoración y en donde tuvo lugar una espléndida recepción donde se brindó por su felicidad y en donde bailó su primer vals en compañía de sus padres y demás familiares. La velada transcurrió en medio de un gran ambiente que se prolongó hasta las primeras horas del día siguiente.