Dicen que cuando conoces al amor de tu vida, el tiempo se paraliza, y eso es verdad, quisieras que el tiempo durara por siempre, ese momento lo quisieron cristalizar mediante una hermosa boda religiosa, la pareja de enamorados formada por Silvia Zamago Navarrete y Antonio Cedillo Rodríguez, quienes se unieron ante los ojos de Dios, en un ambiente que se respiraba alegría y amor, así arribaron al Santuario de Nuestra Señora de Fátima y del Carmen.
Los novios para este momento tan emotivo en sus vidas, se hicieron acompañar por los señores Martín Zamago Hernández y María Silvia Navarrete Blanco, padres de la novia, en cambio el novio estuvo acompañado por su abuelo don Francisco Javier Rodríguez García y por su mamá Yolanda Rodríguez Guerrero, quienes se mostraron muy conmovidos por poder presenciar este acto de amor de sus queridos hijos.
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Ese día participaron como padrinos de arras, Alfonso Duarte Rosales y Sandra Bañuelos Navarrete, además fungieron como padrinos de mancuerna Héctor Armando Hernández y Martha Rodríguez Guerrero, en cambio los señores Jesús Martín Zamago Navarrete y Pamela Guadalupe Amador Bernal, participaron como padrinos de velación; y Raúl Galván Salas y Mariana Rodríguez Guerrero, figuraron como padrinos de anillos.
Posteriormente se ofreció una elegante recepción, en el Jardín del salón Real de Campanario, a donde los asistentes llegaron muy puntuales y luciendo formales, para felicitar ampliamente a los recién casados.
Además ese día tan especial para los felices novios, estuvieron presentes familiares y amistades que llenaron de bonitos presentes a los nuevos esposos, con detalles para formar su nuevo hogar, entre ellos familiares que vinieron exprofeso de: Querétaro y de Oklahoma E.U., entre otros.
El lugar lució muy lindo con aromáticas flores blancas como lo fueron lilis y rosas, las cuales sirvieron para recibir a la feliz pareja y a sus invitados, ahí todos los asistentes fueron partícipes de una magnífica fiesta en la que se ofreció una exquisita cena, bebidas preparadas para la ocasión, así como deliciosos postres, además de un excelente ambiente para invitar a bailar a todos los presentes.
Familiares y amigos expresaron a Silvia y Antonio, sus felicitaciones y deseos para que tengan un matrimonio lleno de amor, por muchos años más, luego de que ambos bailaron su vals: “Amarte es un placer”, de Luis Miguel.
Esperamos que todos los años que compartan estén llenos de alegría. Muchas felicidades.