“A piacere” ha sido el concierto estelar, muy italiano, que la noche de este jueves tuvo lugar en el mágico patio central del Instituto de Bellas Artes de la Universidad Juárez del Estado de Durango (IBA-UJED). Bajo la dirección del maestro Miguel Ángel Burciaga Díaz, el repertorio contó con un invitado especial proveniente de Zacatecas, el fagotista Lauro Jiménez Durán.
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La magia del fagot
El fagot es un instrumento de alto vuelo. Se cree que fue inventado por un canónigo de la región italiana de Ferrara, su sonido envuelve al público espectador con una magia muy especial, de hecho el propio Vivaldi escribió casi cuarenta conciertos para el fagot, hay un solo en Las Bodas de Fígaro de Mozart y es protagonista en varios conciertos de Chaikovski, además del reconocido inicio de agudos en la consagración de la primavera de Ígor Stravinski.
Como es habitual, el concierto en el centro histórico duranguense tuvo un lleno total de público y se pudo disfrutar de un programa de excelencia con las obras del periodo barroco de Tomasso Albinoni con su Sonata a cinco en Sol Menor. Luego llegó el festín del fagot, y tras los aplausos y la pausa tradicional del intermedio, Rossini tuvo su lugar con, La Tempestad, “una sonata escrita con 14 años, muy cómica y simpática”, en palabras del director Miguel Ángel Burciaga. Y como colofón del cierre se pudo escuchar a Ottorino Respighi, con las antiguas danzas y arias para laúd, “que evocan el cine italiano de bandas de películas como las de Fellini” afirmó el director duranguense.
El invitado solista
El invitado Lauro Jiménez, nacido en Hermosillo aunque radicado la mayor parte de su vida en Zacatecas, se lució con el fagot principal con un concierto de Vivaldi, en La menor RV 497, con su allegro y andante molto, así como la Romanza Opus 69, con arreglos de Burciaga Díaz, de Alessandro Longo, dos grandes interpretaciones que en este segundo concierto de la OCUJED han dejado muy buen sabor de boca para el recién llegado mes de febrero.