Erik Silvestre, el futbolista duranguense que regresó de la muerte tras caerle un rayo

Fue un domingo 27 de agosto de 2000 el día que ocurrió la tragedia en el campo número 1 de la preparatoria Diurna en la ciudad de Durango

Alejandro Blanco | El Sol de Durango

  · viernes 26 de agosto de 2022

Erik Silvestre Rojas Reyna / Foto: Alejandro Blanco | El Sol de Durango

Fue un domingo 27 de agosto de 2000, el escenario fue el campo número 1 de la preparatoria Diurna, de la ciudad de Durango, era un día agradable para la práctica del futbol, sin embargo, sobre el valle del Guadiana apareció una nube muy oscura que amenazaba el partido dónde se jugaban los últimos minutos de la batalla futbolera.

Casi de inmediato, el contraste en el clima, tormenta eléctrica sobre la ciudad de Durango, tiro de esquina a favor de los Radiadores y de repente, un estruendo ensordecedor sacudió a jugadores y la afición, un rayo caía sobre el terreno de juego para derribar a todos los jugadores, incluso al nazareno, todos se incorporaron aturdidos, menos el guardameta Erik Silvestre Rojas Reyna, quien fue alcanzado por el relámpago para recibir quemaduras de segundo grado y entrar en paro.

Desde una banda, corrió hacia Erik, una persona que lo arrastró y lo echó a un charco en los linderos del área grande. Del campo dos, Jesús “Chucho” González -QEPD-, encargado de fuerzas básicas de Alacranes de Durango, no dudo en correr hacia el lesionado y le brindó los primeros auxilios, actos que seguramente fueron la diferencia para que Erik Silvestre, “El Brody”, como mejor se le conoce al portero, hoy esté con vida.

En escena, jugadores y afición se mostraban confundidos y sorprendidos por la dramática escena, los primeros en arribar al lugar de los hechos como paramédicos fueron los elementos de la Dirección Municipal de Protección Civil, los bomberos, quienes asistieron a Erik y posteriormente lo trasladaron a la clínica número 1 del IMSS., en donde la intervención de un tío de él, fue fundamental para que lo ingresaran a terapia intensiva, pues por sus condiciones, lo tenían en una camilla en la sala de urgencias, como cualquier otro paciente.

"27 de agosto del 2000, domingo, salgo de mi casa, camino al camión, me voy a la prepa, empieza el juego, un partido normal, como cualquier otro, cancha encharcada de la portería sur de la prepa uno, nos vamos arriba en el marcador 1 por 0, para terminar el juego nos empatan a uno, viene una nube, llega la brisa y se apaga la luz, cae un rayo, despierto en el hospital, ¿Qué me pasó? ¿quién me golpeó? ¿me atropellaron?"., y como respuesta de su propia madre: No, te cayo un rayo.



"Me veo el cuerpo con quemaduras de segundo grado, semana difícil, pierdo momentáneamente la memoria, no conozco a la gente, llegan compañeros, amigos, familiares, y preguntó ¿quiénes son?, por ese momento perdí la memoria, me acuerdo cuando desperté en terapia intensiva estaba mi hermano Jaime Iván, llorando, lloró mucho, además me acuerdo de dos personas, el profesor Raúl López Zaldívar y Elier Chávez Amaya, ¿Cómo entraron a terapia intensiva?, no lo se" señaló Erik.


El día de la tragedia

Relató que esa mañana su madre María Luis Reyna Lerma presentía algo, pues se despertó y ella le preguntó qué deseaba desayunar, la respuesta fue hot cakes, una vez que termino de comer María Luis comenzó a llorar y con preocupación Erik la cuestionó sobre el porqué de las lágrimas y su mamá confesó desconocerlo, a la casa llegó su hermana Marlett, y la misma pregunta, ¿Por qué lloras mamá?, como solución o distracción su hija la invitó a comer a las tradicionales gorditas de “El Pueblito” y en el trayecto, la misma nube negra apareció sobre el Valle del Guadiana, y de nuevo el llanto, ese llanto del que una madre no puede evitar ante el presentimiento de una tragedia, sin saber aún, que la víctima sería su propio hijo.


Describe Erik que estuvo muerto por algunos segundos, pues el diagnóstico de los doctores, además de las quemaduras, indicaban que había entrado en paro y tras despertar un día después, las arritmias cardiacas eran constantes, pues la descarga le paró el corazón, recuerda y asegura Erik, que la acción del profesor “Chucho” González, fue fundamental para mantenerse con vida, pues al percatarse de lo sucedido accionó en breve, y es que posteriormente al rencontrarse el formador deportivo de Alacranes le comentó, que al caerle el rayo dijo: “Este no se me pela”, a la par, corrió hacia Erik para darle los primeros auxilios, y es que González, previamente había sido parte de un capítulo semejante, cuando un jugador juvenil, al tocar cables de alta tensión recibió una descarga eléctrica y murió.

Erik es consiente que la vida da revanchas, por lo que comprendió, aprendió y vio la vida de otra manera, al respecto relata:


"La experiencia me deja muchas cosas positivas, de entrada, no bajar los brazos, porque realmente me dieron otra oportunidad, y ya no provecharla sería algo que no me iba a perdonar, entonces, prácticamente veo la vida de otra forma, luego de la caída del rayo me pregunté ¿qué voy a hacer de mi vida a futuro? ¿qué es lo que tengo que hacer para estar bien?, creo que la aproveché porque regrese a estudiar, porque perdí muchos años de escuela, por estar jugando, porque me la pasaba jugando volibol, me la pasaba jugando futbol, digo ya, o sea, ¿qué tengo que hacer de mi vida?, entonces prácticamente viene un cambio radical en la forma de ver la vida, para mejorar mi estilo de vida, porque sí, sí fue una experiencia bastante fuerte, que por poco y no la cuento".

Para poder regresar a las canchas la terapia duró mucho tiempo, días de reposo pues una vez que entró a la rehabilitación las piernas se le doblaban, fueron seis meses largos sin jugar y “El Brody” nos comparte que si, en efecto, quedaron secuelas: “A parte del medio a la electricidad, perdí la audición el oído derecho, 40%, tengo un zumbido todo el tiempo, cuando me subo al avión, a la hora de aterrizar se me tapa el oído y necesito destaparlo porque si no, vienen los dolores de cabeza insoportables, lo mismo me pasa cuando voy a Mazatlán, por la altura y la presión”.


Logros

Son muchos los logros del “Brody” en el deporte, el comenzó a jugar futbol con el equipo del Naucalpan de la Benjamín Méndez, defendió los colores del IMSS., en la liga de la Anexa, posteriormente, con Rectificaciones el Camello jugó beisbol bajo las órdenes del manager “Badillo”, de ahí, jugó vólibol en la secundaria 3 Jaime Torres Bodet, un deporte que lo llevó a distintas justas nacionales, pero hay que enmarcar que, en el 1998 en Olimpiada Nacional de Guadalajara, Jalisco, consiguió la única medalla que tiene Durango en este deporte, un bronce histórico, con la dupla de Raúl López Zaldívar e Iván López como entrenadores, después de esto, a los 15 años viene su incorporación con Radiadores Libertad.

Para finalizar la charla, fue el propio Erik Silvestre Rojas Reyna, quien agradeció a todas aquellas personas que estuvieron en esos momentos complicados:

"Tengo que agradecerle a mi familia que siempre estuvo presente, mis padres Jaime Rojas Lluévanos y María Luisa Reyna Lerma, mis hermanos Jaime Iván y Marlett, a mis amigos que siempre apoyaron y se preocuparon por mi salud, mis compañeros de equipo, a todos, al profesor Gerardo “La Chata” Castañeda, al profesor Jesús “Chucho” González, al que me arrastró al charco, a la vida que me da otra oportunidad, muchas gracias".