Emprender requiere de esfuerzo, disciplina, capital económico, pero sobre todo de pasión, y justamente esta es la historia de una mujer duranguense que ha logrado conquistar los corazones de los mexicanos e incluso de los extranjeros con su creatividad y talento, ella es Alejandra García, creadora y dueña de la marca “Nudos Tejidos”.
Nacida en el municipio de Francisco I. Madero, Durango, Alejandra describe su infancia como diferente, pues durante gran parte de su vida viajó de este municipio a la ciudad capital, “la mayor parte de mi vida fue en Durango pero muchas cositas se quedaron allá en Madero. Desde ahí podría decirse que fui un poco diferente a otros niños que a lo mejor tenían su vida en lugar, mientras que yo tenía que repartirla en dos”.
Una niñez llena de creatividad
Aunado a la crianza qué tuvo por parte de su madre, la joven duranguense señala que disfrutó mucho su infancia, pero la situación la impulsó a desarrollar su creatividad, “mi mamá trabajaba gran parte del día, entonces a mi hermana y a mí nos tocaba estar en la casa, incluso a veces me tocaba cuidar a mi hermana, además en la parte del estudio siempre fuimos muy rigurosas, siempre nos enseñaron a que la escuela estaba primero”.
Durante su tiempo libre se involucró en actividades que le permitían desarrollar su creatividad, aprendió a tejer y disfrutaba explorar el mecanismo de algunos juguetes o artefactos del hogar para entender cómo funcionaban estos.
“Desde niña siempre supe que tenía qué hacer algo con las manos porque disfrutaba mi parte creativa”. Al pasar el tiempo, Alejandra fue destacándose en el área académica e incluso se convirtió en una de la mejores alumnas de su clase.
Pero cuando llegó el momento de ingresar a la universidad la joven no sabía muy bien qué carrera quería elegir, “sabía qué quería algo relacionado con la parte de publicidad y diseño, incluso llegué a pensar en arquitectura”.
Finalmente Alejandra decidió estudiar la licenciatura de Diseño Gráfico Publicitario en la Universidad José Vasconcelos en la ciudad de Durango. Asegura que la carrera cumplió sus expectativas y sin duda uno de los aprendizajes más grandes que obtuvo fue la idea de emprender, “de no dejarnos la mentalidad de trabajar para alguien más, sino qué nosotros podíamos generar nuestro propio trabajo”.
Empezar a tejer sueños
Una vez qué ingresó de la universidad Alejandra tuvo la oportunidad de trabajar en diferentes áreas del diseño, como en imprentas, sin embargo, ella siempre consideraba qué no podía limitar su trabajo.
Fue así que se le comenzaron a presentar oportunidades de trabajo como maestra en la UJV, a pesar de que lo disfrutaba y era buena como maestra, la joven comenzó a considerar qué no toda su vida podía dedicarse a ser maestra.
Pero ¿Cómo empezó su negocio "Nudos"? Todo comenzó por un pasatiempo, "yo soy fan de Harry Potter y un día vi un muñequito de Harry tejido", en ese momento se puso como propósito aprender a realizar este tipo de manualidades.
Comenzó a experimentar con la técnica y finalmente en unas vacaciones de Navidad lo primero que tejió fue un cerdito. Después empezó a experimentar y realizó algunos cactus, "publiqué las fotos en Facebook y hubo quien me los quiso comprar", fue en ese preciso momento que Alejandra se dio cuenta de una enorme área de oportunidad para generar ingresos.
De ahí otras personas comenzaron a realizarle pedidos de todo tipo. Con el tiempo comenzó a perfeccionar su técnica y su marca. Justamente el nombre de su marca: "Nudos", surgió debido a que de acuerdo con Alejandra "siempre que se trabaja con estambre se hacen nudos, y a parte la técnica parecen pequeños nuditos".
Cinco años de "Nudos: Amigos Tejidos"
Hasta el momento la joven emprendedora ya tiene cinco años con su marca, la cual ha sabido posicionar en el estado de Durango e incursionar al mercado nacional.
A lo largo de este tiempo ha tenido la oportunidad de participar en bazares de otros estados como Zacatecas y Aguascalientes. Además sus piezas han llegado a más de la mitad de los estados de la República.
Incluso sus muñecos han viajado a otros países como Brasil, Alemania, Suiza, Canadá y Estados Unidos. Señala que disfruta el proceso de cada uno de los personajes u objeto que
Finalmente la joven agradece a su madre y a su abuelita, ya que fueron las personas que la enseñaron a tejer pero sobre todo a realizarlo con pasión.
