Debido a los constantes aumentos que ha sufrido la canasta básica durante el primer mes de este año, en Durango oscila entre mil a mil 300 pesos por semana para una familia de cuatro integrantes, ello sin contar ajustes que ya se dieron a las gasolinas, energía eléctrica y otros insumos que impactan en la economía familiar y de los comerciantes porque ante la carestía disminuye la cantidad de producto que se pueden adquirir, refiere Mauricio Holguín Herrera, secretario del Consejo Coordinador Empresarial.
- Te recomendamos: Se dispara el precio del huevo en Durango; cuesta hasta 40 pesos
Entrevistado al respecto el también ex presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) Durango, reconoce que desde el año pasado se presentaron incrementos a alimentos y productos que integran la canasta básica para alimentación de las familias, sin embargo no se ha detenido.
Según la Procuraduría Federal del Consumidor la canasta básica para una familia de cuatro personas se compone de productos como: aceite vegetal, arroz en grano, atún en hojuela, carne se cerdo, cebolla blanca, chile jalapeño, frijol negro, huevo, tortilla, pasta, leche, jabón de tocador y papel sanitario, entre otros.
Refiere el entrevistado que la despensa alimenticia indispensable para una familia estándar ronda de mil a mil 300 pesos por semana, aunque la misma Profeco tiene registrado que en la Central de abastos "Francisco Villa" en enero estos productos presentan un costo aproximado de mil 55 pesos, pero todo dependerá de donde se compren.
Añade Holguín Herrera que para subsistir una familia no lo hace solamente con el consumo básico de alimentos, sino que además se deben enfrentar a alzas en combustibles, energía eléctrica, gas y agua potable.
Estos constantes impactos pegan a la economía familiar fuertemente, dado que en la mayoría de los casos ha disminuido la cantidad de productos que se compran e incluso optan por buscar otras opciones que les resulten más baratas.
Otro sector afectado por la inflación son los empresarios y comerciantes, quienes deben asumir no solamente el ajuste constante a las mercancías, sino además hacerle frente a una serie de cargas que les hace mucho más difícil su actividad.
Lo peor es que los aumentos continuarán y esto mermará el poder adquisitivo de las familias, además de disminuir considerablemente la utilidad del comerciante. Máxime cuando para este año se espera una fuerte recesión a nivel mundial, advirtió.