/ sábado 28 de diciembre de 2019

En abandono millonarias inversiones en CIIDIR-IPN

“Lo que denominamos desarrollo integral de la comunidad rural es la acción simultánea para el fortalecimiento": Ochoa Solano

El primer Centro Interdisciplinario de Investigación parta el Desarrollo Integral de la Comunidad Rural (CIIDIR) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), se creó hace 42 años en Durango, en el municipio de Vicente Guerrero, en 1977; hoy, inversiones millonarias en instalaciones, laboratorios, equipo, invernaderos, se encuentran en el abandono, y la esencia para la que fue instituido se perdió, denunció el doctor en ciencias y creador de este modelo en el país, Armando Ochoa Solano.

En el año de 1988, sin justificación alguna -ya que no existe documento oficial que acredite la autorización de esta acción-, inició la migración del CIIDIR a la ciudad de Durango, después de una sospechosa transacción en donde el entonces director de la institución, Enrique Ortega Rocha, determinó la compra de un edificio que era sede del Instituto Calmecac y el presidente de la Asociación Civil del mismo, resultó ser cuñado del funcionario del IPN.

En entrevista con El Sol de Durango, Ochoa Solano demanda se rescaten estos espacios abandonados, “que se restituyan las funciones originales del CIIDIR como impulsor del desarrollo integral de la comunidad rural y que el edificio, instalaciones diversas, tierra de cultivo, se usen para lo que fueron donadas por el Municipio de Vicente Guerrero, para la investigación”.

La historia

Refiere Armando Ochoa Solano que se inauguró el 11 de noviembre 1977 el CIIDIR en Vicente Guerrero, Dgo., y con área de influencia en los municipios de Súchil, Poanas, Nombre de Dios y el propio de Vicente Guerrero. Los proyectos de investigación se habían iniciado cinco años antes. Las actividades productivas principales de las comunidades de estos municipios son la agricultura, ganadería, silvicultura y explotación minera.

En esa fecha, el creador de los CIIDIRes en el país, fungía como titular de la Dirección de Graduados y de Investigación Científica y Tecnológica. El entonces gobernador, Héctor Mayagoitia Domínguez, acompañado por el director general del IPN, Sergio Viñals Padilla, y por el alcalde de Vicente Guerrero, Juan Trancoso Guerrero, acudió a la inauguración de este centro.

A partir de esta fecha hubo un crecimiento exponencial en las instalaciones y equipamiento: el ejido San Francisco Javier entregó en comodato 4.5 hectáreas al CIIDIR y en donde se construyó un invernadero de 500 metros cuadrados, se instalaron laboratorios de investigación y se dotó de equipamiento técnico agrícola. En la cabecera municipal, el Ayuntamiento donó el terreno para las instalaciones del CIIDIR.

El Ejido El Ancón donó además una superficie de 2 hectáreas don derecho a riego para la experimentación agrícola y que por la medida autoritaria y burocrática de cambiar la sede del CIIDIR nunca fueron utilizadas.

El terreno con aulas de una escuela abandonada le costó al IPN en ese entonces 3 millones de pesos, más la inversión realizada en el acondicionamiento como centro de investigación.

Ochoa Solano interpuso una solicitud formal de información el pasado 11 de febrero de 2019 a la Unidad de Transparencia del IPN quien confirmó que no existe documento de alguna autoridad académica o administrativa central que explique las razones académicas, presupuestarias o de otra índole para justificar este cambio que consideró ilegal.

En la fecha de dicho cambio, un grupo de 15 personas e investigadores del CIIDIR se negaron a reubicarse a la ciudad de Durango y fueron virtualmente abandonados a su suerte; en la actualidad sólo quedan tres de ellos, los demás ya se jubilaron, refiere nuestro entrevistado.

La esencia para la creación del CIIDIR

“Lo que denominamos desarrollo integral de la comunidad rural es la acción simultánea para el fortalecimiento y diversificación del sector productivo que caracteriza a la región. La generación de agroindustrias aprovechando los recursos naturales disponibles y el incremento de la productividad de los cultivos y además, atender las necesidades sociales de la población: educación, nutrición, salud, cultura y deporte”, agrega.

Para el logro de lo anterior, postula, es necesaria la participación consciente y organizada de las comunidades, lo cual se favorece por la ubicación del CIIDIR en el medio rural y por la residencia de los investigadores y directivos en las poblaciones del área de influencia del Centro. De esta manera se facilita detectar y dar atención a los grupos de mayor marginación.

Las actividades de investigación tienen un campo de acción muy favorable si se ubican en poblaciones consideradas como rurales, ya que en primer lugar se obtiene mejor comprensión técnica y humana de los problemas por resolver, con lo cual se logran mejores beneficios de los esperados, para las comunidades, señala.

La generación de agroindustrias por el incremento de la productividad de cultivos, además de fomentar la extensión de éstos y su calidad, se obtiene un valor agregado al costo de la materia prima usada; con esta utilidad adicional se mejora la situación económica de los productores dueños de las industrias y se crean fuentes empleo para personas sin tierras de cultivo, indica Ochoa Solano.

Así, señala el doctor en Ciencias, el CIIDIR de Vicente Guerrero perdió su esencia; hoy el CIIDIR Durango solo sirve para investigaciones de escritorio que egresan currículo.

La justificación oficial

En la propia página web oficial del IPN, se detalla: El CIIDIR tiene como antecedente el proyecto “Introducción de nuevos cultivos”, iniciado en octubre de 1974 por un grupo de investigadores de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN.

Dicho proyecto fue estructurado y desarrollado, en la región del Valle de Poanas, Dgo., contando con el apoyo del gobierno del Estado de Durango y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).

Después de cinco años en los que se desarrollaron diversos estudios, proyectos, programas y diagnósticos a cargo de la Dirección de Graduados y de Investigación Científica y Tecnológica (DGICyT-IPN), obedeciendo a la política institucional de desconcentración tanto de la educación de posgrado como de la investigación científica y tecnológica, se fundó el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral de la Comunidad Rural, Unidad Durango, en el poblado de Vicente Guerrero, Dgo.

Se inauguró el 11 de Noviembre de 1979 por Héctor Mayagoitia Domínguez, Gobernador del Estado; Sergio Viñals Padilla, director general del IPN; el doctor Armando Ochoa Solano, director de la DGICyT y Juan Trancoso Guerrero, Presidente Municipal de Vicente Guerrero. Su primer director fue el M. en C. Mario Luis Osorio Victoria.

En 1984, Manuel Garza Caballero, director general del Politécnico, formaliza la existencia del CIIDR-IPN Unidad Durango, al publicarse el Acuerdo de Creación en la Gaceta Politécnica año 21, No. 8, pág. 15 del bimestre Marzo-Abril.

Y, la propia institución politécnica reconoce que fue cambiado incluso el nombre original del CIIDIR: “En 1985, después de un estudio realizado con el fin de que el Centro, entre otras facultades, tuviese una mayor área de influencia, extendiéndose a los estados circunvecinos, su nombre se modificó al actual: Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional”.

En 1988 -agrega el IPN-, “se abre una Representación del CIIDIR, en la ciudad de Durango, con la función sustantiva de vincularse con los sectores público, privado, social y educativo, del estado”.

El propio IPN reconoce así la existencia de la “representación” en la ciudad de Durango y se olvida del abandono de la “sede” central del CIIDIR en Vicente Guerrero, Dgo.

El primer Centro Interdisciplinario de Investigación parta el Desarrollo Integral de la Comunidad Rural (CIIDIR) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), se creó hace 42 años en Durango, en el municipio de Vicente Guerrero, en 1977; hoy, inversiones millonarias en instalaciones, laboratorios, equipo, invernaderos, se encuentran en el abandono, y la esencia para la que fue instituido se perdió, denunció el doctor en ciencias y creador de este modelo en el país, Armando Ochoa Solano.

En el año de 1988, sin justificación alguna -ya que no existe documento oficial que acredite la autorización de esta acción-, inició la migración del CIIDIR a la ciudad de Durango, después de una sospechosa transacción en donde el entonces director de la institución, Enrique Ortega Rocha, determinó la compra de un edificio que era sede del Instituto Calmecac y el presidente de la Asociación Civil del mismo, resultó ser cuñado del funcionario del IPN.

En entrevista con El Sol de Durango, Ochoa Solano demanda se rescaten estos espacios abandonados, “que se restituyan las funciones originales del CIIDIR como impulsor del desarrollo integral de la comunidad rural y que el edificio, instalaciones diversas, tierra de cultivo, se usen para lo que fueron donadas por el Municipio de Vicente Guerrero, para la investigación”.

La historia

Refiere Armando Ochoa Solano que se inauguró el 11 de noviembre 1977 el CIIDIR en Vicente Guerrero, Dgo., y con área de influencia en los municipios de Súchil, Poanas, Nombre de Dios y el propio de Vicente Guerrero. Los proyectos de investigación se habían iniciado cinco años antes. Las actividades productivas principales de las comunidades de estos municipios son la agricultura, ganadería, silvicultura y explotación minera.

En esa fecha, el creador de los CIIDIRes en el país, fungía como titular de la Dirección de Graduados y de Investigación Científica y Tecnológica. El entonces gobernador, Héctor Mayagoitia Domínguez, acompañado por el director general del IPN, Sergio Viñals Padilla, y por el alcalde de Vicente Guerrero, Juan Trancoso Guerrero, acudió a la inauguración de este centro.

A partir de esta fecha hubo un crecimiento exponencial en las instalaciones y equipamiento: el ejido San Francisco Javier entregó en comodato 4.5 hectáreas al CIIDIR y en donde se construyó un invernadero de 500 metros cuadrados, se instalaron laboratorios de investigación y se dotó de equipamiento técnico agrícola. En la cabecera municipal, el Ayuntamiento donó el terreno para las instalaciones del CIIDIR.

El Ejido El Ancón donó además una superficie de 2 hectáreas don derecho a riego para la experimentación agrícola y que por la medida autoritaria y burocrática de cambiar la sede del CIIDIR nunca fueron utilizadas.

El terreno con aulas de una escuela abandonada le costó al IPN en ese entonces 3 millones de pesos, más la inversión realizada en el acondicionamiento como centro de investigación.

Ochoa Solano interpuso una solicitud formal de información el pasado 11 de febrero de 2019 a la Unidad de Transparencia del IPN quien confirmó que no existe documento de alguna autoridad académica o administrativa central que explique las razones académicas, presupuestarias o de otra índole para justificar este cambio que consideró ilegal.

En la fecha de dicho cambio, un grupo de 15 personas e investigadores del CIIDIR se negaron a reubicarse a la ciudad de Durango y fueron virtualmente abandonados a su suerte; en la actualidad sólo quedan tres de ellos, los demás ya se jubilaron, refiere nuestro entrevistado.

La esencia para la creación del CIIDIR

“Lo que denominamos desarrollo integral de la comunidad rural es la acción simultánea para el fortalecimiento y diversificación del sector productivo que caracteriza a la región. La generación de agroindustrias aprovechando los recursos naturales disponibles y el incremento de la productividad de los cultivos y además, atender las necesidades sociales de la población: educación, nutrición, salud, cultura y deporte”, agrega.

Para el logro de lo anterior, postula, es necesaria la participación consciente y organizada de las comunidades, lo cual se favorece por la ubicación del CIIDIR en el medio rural y por la residencia de los investigadores y directivos en las poblaciones del área de influencia del Centro. De esta manera se facilita detectar y dar atención a los grupos de mayor marginación.

Las actividades de investigación tienen un campo de acción muy favorable si se ubican en poblaciones consideradas como rurales, ya que en primer lugar se obtiene mejor comprensión técnica y humana de los problemas por resolver, con lo cual se logran mejores beneficios de los esperados, para las comunidades, señala.

La generación de agroindustrias por el incremento de la productividad de cultivos, además de fomentar la extensión de éstos y su calidad, se obtiene un valor agregado al costo de la materia prima usada; con esta utilidad adicional se mejora la situación económica de los productores dueños de las industrias y se crean fuentes empleo para personas sin tierras de cultivo, indica Ochoa Solano.

Así, señala el doctor en Ciencias, el CIIDIR de Vicente Guerrero perdió su esencia; hoy el CIIDIR Durango solo sirve para investigaciones de escritorio que egresan currículo.

La justificación oficial

En la propia página web oficial del IPN, se detalla: El CIIDIR tiene como antecedente el proyecto “Introducción de nuevos cultivos”, iniciado en octubre de 1974 por un grupo de investigadores de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN.

Dicho proyecto fue estructurado y desarrollado, en la región del Valle de Poanas, Dgo., contando con el apoyo del gobierno del Estado de Durango y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).

Después de cinco años en los que se desarrollaron diversos estudios, proyectos, programas y diagnósticos a cargo de la Dirección de Graduados y de Investigación Científica y Tecnológica (DGICyT-IPN), obedeciendo a la política institucional de desconcentración tanto de la educación de posgrado como de la investigación científica y tecnológica, se fundó el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral de la Comunidad Rural, Unidad Durango, en el poblado de Vicente Guerrero, Dgo.

Se inauguró el 11 de Noviembre de 1979 por Héctor Mayagoitia Domínguez, Gobernador del Estado; Sergio Viñals Padilla, director general del IPN; el doctor Armando Ochoa Solano, director de la DGICyT y Juan Trancoso Guerrero, Presidente Municipal de Vicente Guerrero. Su primer director fue el M. en C. Mario Luis Osorio Victoria.

En 1984, Manuel Garza Caballero, director general del Politécnico, formaliza la existencia del CIIDR-IPN Unidad Durango, al publicarse el Acuerdo de Creación en la Gaceta Politécnica año 21, No. 8, pág. 15 del bimestre Marzo-Abril.

Y, la propia institución politécnica reconoce que fue cambiado incluso el nombre original del CIIDIR: “En 1985, después de un estudio realizado con el fin de que el Centro, entre otras facultades, tuviese una mayor área de influencia, extendiéndose a los estados circunvecinos, su nombre se modificó al actual: Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional”.

En 1988 -agrega el IPN-, “se abre una Representación del CIIDIR, en la ciudad de Durango, con la función sustantiva de vincularse con los sectores público, privado, social y educativo, del estado”.

El propio IPN reconoce así la existencia de la “representación” en la ciudad de Durango y se olvida del abandono de la “sede” central del CIIDIR en Vicente Guerrero, Dgo.

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