Se estima que cerca de 2 mil duranguenses son ciegos o débiles visuales, en la mayoría de los casos no son consultados para realizar obras en benéfico de las personas con discapacidad, un ejemplo las líneas pedestres que se ubican en el centro histórico.

Jaime Pérez Calzada, director del Centro de Capacitación para Invidentes (CECAPI), señaló que dicha línea en la mayoría de las calles ha sido retirada, pues causaba caídas a las personas que usaban tacón.

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“Para la realización de las líneas pedestre no fue consultado el gremio que las usas, las planean desde el escritorio, por ello no son útiles, por tanto las quitan por que provocaba caídas, hay formas que se construyan sin perjudicar a nadie y sí con beneficio para muchos”, puntualizó.

Agregó que en el estado el 2% de las personas con discapacidad, universo que va de 90 a 100 mil, son invidentes es decir cerca de 2 mil niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos deben usar el bastón.

Pérez Calzada subrayó lo difícil que es caminar por las banquetas de la ciudad, en especial las del centro histórico, ya que hace falta infraestructura y mantenimiento, “se ha priorizado bachear las calles y la baquetas están en malas condiciones, con muchos obstáculos desde postes de estacionometros, raíces de árboles, tensores de luz, rampas que no están unificadas, ya que cada una está de diferente altura, hoyos de lámparas, registros en mal estado, y la lista sigue”.

Aseguró que un buen mantenimiento no solo es en beneficio de las personas con discapacidad sino para todos en general, pues las caídas se dan a menudo en dichas rutas.

El director del Cecapi llamó a la población para exigir y hacer uso de la queja para pedir a las autoridades que los obstáculos y desperfectos de la banquetas sean reparadas para que exista respuesta y se pueda transitar con comodidad y seguridad.