En los últimos 2 años en Durango no se ha cerrado ninguna escuela perteneciente al Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), incluso se han abierto nuevas, y es que a menos de que en una comunidad ya no se encuentre ningún niño es cuando la escuela puede desaparecer, indicó la coordinadora en Durango María del Pilar Espino.
Explicó que en febrero de cada año se reúnen con personal de la Secretaría de Educación del Estado de Durango (SEED), con el área de planeación, para checar si se incrementa el número de alumnos a más 30 en una escuela Conafe, se tiene la obligación de pasarla a la SEED, en cambio sí decrece la matrícula en un plantel de la SEED se pasa a Conafe.
Manifestó “el año pasado nos pasaron 60 escuelas, sobre todo preescolares y alguna que otra primaria”, y agregó que entonces Conafe Durango tiene que pedir autorización en la Ciudad de México para poder abrir esas escuelas porque entonces se requerirán 60 maestros más que no se tenían considerados en el ciclo escolar.
La reunión se realiza en el mes febrero o primeros días de marzo para tener un panorama de acuerdo a las preinscripciones que se realizaron en las escuelas, hasta esta fecha aún no se ha realizado, entonces no se ha generado la información si se van a incrementar o disminuir las escuelas de Conafe este 2022.
La coordinadora reconoció que es muy diferente la manera de trabajar en una escuela de Conafe y una escuela de la SEED, pero los padres de familia al conocer cómo se van llevando las clases y ver que sus hijos sí están aprendiendo dan confianza al sistema.
La mayoría de las figuras educativas son jóvenes que están estudiando el bachillerato que se capacitan para brindar el servicio a la comunidad, no son docentes, aunque también se cuenta con estudiantes de séptimo y octavo semestre de las normales del estado, o de la Universidad Pedagógica de Durango (UPD), que lo hacen como un servicio social mientras terminan sus estudios como maestros.