Desde el Centro Histórico de Durango toma alrededor de 35 minutos llegar a Chupaderos, un poblado literal ¡de película!, y es que es ahí donde se encuentran los famosos sets cinematográficos. Basta con tomar la carretera a Parral para llegar a uno de los lugares más instagrameables de Durango.
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“Chupaderos fue una hacienda que surge desde la época colonial, San Vicente de Chupaderos se llamaba porque en sus orillas tenía unos veneros, o bien, manantiales de agua, a donde los animales llegaban a tomar agua, por eso se llama Chupaderos. Los animales llegaban ahí a chupar agua”, contó el cronista e historiador, Javier Guerrero Romero.
Este lugar servía para abastecer a los animales dentro del Camino Real, ya sea que iban hacia Canatlán o Santiago Papasquiaro, por donde se entraba a la zona de minas, o bien, de regreso.
Ahí, aprovechando esos manantiales, nace en el siglo XVIII la Hacienda de San Vicente de Chupaderos, como un lugar ganadero, con grandes pastizales de Los Llanos, y con esos manantiales.
- Por su ubicación geográfica, al pie de la Sierra Madre, los cañones que se forman ahí, al bajar de la sierra, y las llanuras, el reliz y demás, logran un paisaje que remite a los presentes al viejo oeste cinematográfico.
Esto provocó que en 1954, cuando se hicieron los primeros scouting para determinar dónde filmar “Pluma blanca”, la primera película de la segunda época del cine industrial, (de lo cual este año se celebrarán 70 años de ello), escogen este lugar.
“Se dan cuenta que este gran cañón que se forma en Chupaderos, los grandes pastizales, las rocas, y todo, crean el lugar idóneo para filmar una película que tenga que ver con el oeste, que pueda situar al oeste norteamericano y que esté aquí a unos cuantos kilómetros de la ciudad de Durango”.
A partir de ahí fueron más películas, pero fue desde la primera que se determinó generar el set cinematográfico. Es una calle, y solamente las fachadas de los inmuebles para que puedan entrar y salir. Al fondo las ruinas de la hacienda y más al fondo los valles. Así fue como nació Chupaderos.
La arquitectura de los sets en un principio era efímera, que podía modificarse para cada película. Por lo que resultaba ser un buen factor para los proyectos de bajo costo.
“Las películas norteamericanas, que regularmente traen presupuesto muy grande, fueron ampliando el set, lo van modificando, y las películas mexicanas utilizan el mismo, pero haciendo cambios en elementos mínimos”. Es la magia del cine.
En los años 70’s se hizo un nuevo set, que se conoce como la calle Howard, un set completamente nuevo, con una vista diferente a la que ya se tenía. Ésta creció en largo, y en términos que en algunos edificios sí tenían interiores, como una herramienta también filmar desde adentro.
Con el tiempo cambió el nombre de calle Howard a Villas del Oeste, enseguida a Paseo del Oeste y ahora Paseo del Viejo Oeste. Esta calle comenzó siendo un set secundario, pero se convirtió en un set principal.
