Duranguenses vestidos de blanco marcharon por la paz y la reconciliación en el país, como parte de la jornada nacional impulsada por el episcopado mexicano en contra de la ola de violencia que ha dejado muchas víctimas y miedo, hechos de inseguridad que son reprobados por la Iglesia y la sociedad, “para lo que es necesario levantar la voz”.
Faustino Armendáriz Jiménez, arzobispo de Durango, declaró previo al inicio de la marcha “nuestra preocupación no solo es porque han lastimado a sacerdotes, sino porque se está lastimando a todas las familias de México”, pero también preocupa que las personas se están uniendo a las filas de los victimarios, por eso se pedirá por todos ellos en oración.
Destacó somos una comunidad muy solidaria, “ponemos nuestro granito de arena en medio de la situación de violencia y de masacres, y eso nos preocupa, las masacres, Jesús dijo, pidan y se les dará, por eso nosotros estamos pidiendo la paz, esperemos que sea un regalo de Dios y una tarea de los hombres”, y reconoció que también se requieren políticas públicas que le den tranquilidad a la sociedad.
Las autoridades deben “escuchen el clamor de la gente”, y tener los recursos suficientes para una mejor vigilancia y elementos que ayuden para que la sociedad tenga paz, “predomina el miedo, la incertidumbre y el pavor, por salir a ciertos lugares donde antes las personas iban con tranquilidad y en especial ciertos estados”.
A la sociedad se le pide no quedar impasible ante la violencia e impunidad, y que tenga como mejor acción, la prevención, y ser parte del ejército que lucha para que haya paz, con oración, porque a pesar de ser un pueblo que tiene miedo, al mismo tiempo es valiente para pedir paz, “el que tiene fe se acercará más a Dios, y el que provoca violencia se alejará, porque la violencia no es de Dios, la Paz si es de Dios”.
El llamado para la jornada nacional por la paz, inició hace poco más de una mes a raíz del asesinato de 2 sacerdotes jesuitas, pero la semana pasada se dio un nuevo atentado en Chilapa, Guerrero, por lo que el arzobispo comentó que se encuentra grave, “le dispararon a quemarropa”, pero independientemente de eso, estamos en el marco de una sociedad que vive violencia.
Aclaró que la convocatoria se hizo a toda la sociedad duranguense, sin importar su religión o creencias, pues el tema de erradicar la violencia es tarea de todos, sin tomar en cuenta su credo o situación social, pues los estragos de lo que está ocurriendo se sufren por todos.
Al finalizar la marcha que se realizó desde Avenida Cuauhtémoc y Avenida 20 de noviembre, hasta la Catedral Basílica Menor de Durango, se realizó la misa de las 12:00 horas, en oración por todas las victimas que han muerto en los últimos años y tratar hacer conciencia entre la población.
En la Laguna se realizó la marcha el sábado 30 de julio, al igual que en otros puntos del país que atendieron el llamado de todos los obispos, a seguir las acciones por la paz.