Cómo cada primer viernes de marzo, esta comunidad canatlense se convierte en centro de visita de miles de peregrinos que acuden de distintas comunidades locales, municipios del estado y puntos de la República para adorar la imagen a bulto de Jesucristo en su advocación de Divino Pastor.
Mientras el párroco José Martín Favela Rodríguez da el sacramento de la confesión, integrantes de la hermandad de la Cruz apoya en la organización y orden en el recorrido de los peregrinos para ingresar, adorar y salir de la capilla.
Afuera, la comunidad es una fiesta, con cientos de puestos de vendimia de comidas de muy variados estilos, desde chichachorres de cerdo hasta carne asada y al pastor.
Elementos de tránsito municipal ordenan y vigilancia el tráfico vehicular desde la carretera Francisco Zarco entronque con la avenida de entrada que en el interior del poblado.