CUENCAMÉ DGO. (OEM). –El hoy extinto líder priista don Pedro Ávila Nevárez, buscó construir un Durango con municipios que recibieran un trato igualitario, justo, con las mismas oportunidades de desarrollo para todos, sin importar donde se ubicará o a que corriente política pertenecieran.
Así lo manifestó la alcaldesa de este municipio, Luly Martínez, al concluir de pronunciar un discurso en el homenaje póstumo que se desarrolló en las instalaciones del PRI Estatal este martes 24 de noviembre, donde la presidenta municipal enfatizo el cariño y admiración que el pueblo de Cuencamé sentía por un líder como Pedrito Ávila.
Fue clara al señalar que quien sirve a los demás, no debe hacerlo esperando una recompensa, su única motivación debe ser el amor al prójimo, y esta fue la esencia permanente del nuestro querido líder priista, Pedro Ávila Nevárez, aseguro.
En el homenaje estuvo presente Panchito Ávila, el presidente estatal tricolor Enrique Benítez y el Delegado nacional Roberto Padilla, así como los líderes de sectores y organizaciones del partido Revolucionario Institucional
Dijo Luly Martínez que recordar a don Pedro Ávila Nevárez, no sólo es recordar a un extraordinario ser humano; a un hombre a carta cabal, a un político excepcional, es también recordar a una gran persona que encontró en el servicio a los demás, su principal forma de vivir.
Su noble causa por los pobres –por los más necesitados-, era conmovedora y honesta, pero en especial, derrochaba un trabajo decidido que, en los hechos, llevaba ayuda a la gente, sin distingos y sin condicionar nada; como pocos, quizá como ninguno, fue crítico en los momentos que había que serlo, para defender a Durango, para defender los presupuestos que necesitaban el Estado y sus municipios, para defender a los campesinos, a los más humildes, a los más pobres.
En las colonias, en las comunidades rurales, en los barrios, Don Pedro se distinguía por ser un gran gestor social, capaz de llevar cobijas, medicamentos, paquetes alimenticios, material de construcción y diversos apoyos que lograba a pulso de exigir respuestas y soluciones a cualquier funcionario público o gobernante en turno.
Es tanto el aprendizaje que nos deja, es tan grande su testimonio en la vida política de Durango, que un homenaje resulta tan corto para su extraordinaria trayectoria, hoy Durango está de luto, miles lamentan la partida de este líder real, de este auténtico revolucionario que como genuino revolucionario, se convirtió en un legítimo defensor del general Francisco Villa.
Los líderes auténticos saben que ningún título o puesto puede convertirlos en un éxito, los líderes auténticos aceptan de buen agrado los sacrificios que conlleva ser un líder, los líderes auténticos crean esperanza para sus seguidores en situaciones desesperadas, “así fue la vida de nuestro verdadero líder social, Don Pedro Ávila Nevárez”, recalcó Luly Martínez.