Es preciso que los directivos priistas enfrenten la realidad y que acepten un padrón con los que de veras traen la camiseta del PRI, sí, sin fantasías, sin pensar en hacer volver a los que se fueron.
La reafiliación debe ser objetiva, que sean priistas los que son y los que no que se vayan, aparte de los que ya se fueron.
Jesús Alvarado Cabrales, Secretario de Organización del Comité Estatal, dio como referencia en cuanto a la baja membresía del PRI, que durante la campaña por el comité nacional él participó en la de Alejandro Moreno.
Le entregaron un padrón de 250 personas.
Inició la depuración entre los que están muertos, los que ya no radican en la ciudad, los que hasta son candidatos de otros partidos o pertenecen a cargos públicos en otro partido, del tal forma que le quedaron 125.
A partir de ahí y con el padrón depurado, fue a tocar puerta por puerta en una sección de la colonia Insurgentes y entre los que se confesaron ya no ser priistas y algunos que lo habían sido y se dijeron ahora antagónicos, sólo quedaron al final 25 elementos: o sea, un 10 por ciento del padrón original.
Pero esos 25 son reales y se probó en la campaña interna para presidente municipal.
En esa misma sección de Insurgentes votaron 27 personas, o sea, 2 más de los que marcaba el padrón.
Los dirigentes estatal y nacional deben atenerse a esta realidad y a partir de ahí y de la reafiliación que se presente, empezar de nuevo.