Como parte de un primer diagnóstico realizado en 1982, en Durango había cerca de mil inmuebles considerados como monumentos históricos en todo el Centro Histórico, entre casas habitación, escuelas, edificios utilizados como oficinas de gobierno, entre otros; sin embargo a 42 años de distancia se tiene un censo de entre 650 y 700 inmuebles que aún se mantienen de pie.
De acuerdo con el presidente del Colegio de Arquitectos de Durango, Luis Fernando Rangel Torres, muchos de estos ya han sido demolidos, algunos más se han deteriorado y otros han colapsado; por lo que los que aún permanecen necesitan mantenimiento, algunos incluso requieren de una intervención urgente pues pueden ser un peligro para la población.
“La Dirección de Desarrollo Urbano y Protección Civil han tenido a bien detectar qué inmuebles ya están en riesgo de colapso y se les ha hecho un señalamiento con alguna lona y algunas medidas para que no se transite, pero creemos que se necesita algo más que hablar con los propietarios”, comentó el especialista.
Cabe señalar que muchos de estos inmuebles son propiedades que se encuentran intestados, pero consideró que las medidas de seguridad deben ser más estrictas ya que en cualquier momento esas edificaciones pueden llegar a colapsar.
Explicó que las estructuras de adobe, al no tener la cubierta, las hace inestables, “necesitan tener la losa para que el adobe esté trabajando de una manera eficiente, al no tenerla se vuelve inestable y es lo que hace que pueda colapsar”, comentó Rangel Torres, quien reconoció que desde el Colegio de Arquitectos se tiene una Comisión de patrimonio arquitectónico que están viendo estos temas.
De ahí que buscarán reunirse con las Dirección Municipales de Desarrollo Urbano y Protección Civil para detallar un plan estratégico para que este tipo de construcciones antiguas dejen de ser un peligro para la sociedad.
Pese a ello, reconoció que sus posibilidades de intervención son limitadas, debido a que solo se puede actuar del lineamiento hacia la calle, “queremos ver de qué manera podemos hacer una protección, evitar que los peatones pasen por ahí para que no corran riesgos”, dijo.
Aunque se trata de edificaciones que al estar consideradas como monumentos históricos, es necesario solicitar la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el presidente del Colegio de Arquitectos, señaló que es fácil trabajar con la delegación en Durango ya que existe una buena interacción incluso para obtener permisos.
“El trámite con ellos es relativamente sencillo, sin embargo hay que tener experiencia y la capacidad de presentar proyectos, no pueden llegar y tumbar el inmueble para hacer algo nuevo”, explicó que la labor de los expertos es integrar el inmueble ya existente a la nueva arquitectura, “sí se puede, hay mecanismos para hacerlo”, dijo.
En este sentido señaló que el principal obstáculo para ellos son los propietarios, quienes en ocasiones no alcanzan a dimensionar el valor que tiene su inmueble es porque se encuentra en el Centro Histórico y eso es un plus con el que se puede aprovechar una buena calidad de vida que te ofrece la zona.
Aunque se deben acatar diversos lineamientos como lograr la integración al entorno, respetar los sistemas constructivos, reforzar la estructura y muchas otras cosas cuya labor del arquitecto es hacerlo ver al propietario, “si se hace una buena intervención con base a los lineamientos, realmente les va a dar una plusvalía mayor, les va a funcionar mejor de una manera más redituable”, comentó.
