Fue la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) quien informó lo anterior y además agregó que la toma estaba en el ejido Bucareli, perteneciente a la demarcación antes mencionada.
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En el informe policial se establece que la toma representaba un peligro ya que tenía una fuerte fuga de aire a presión, el cual fue controlado por personal de Petróleos de México (Pemex).
Fue cuando los agentes estatales reportaron que cuando realizaban recorridos de vigilancia por las calles de este ejido de Bucareli, observaron una excavación a nivel del suelo en un lote baldío y además detectaron un fuerte olor a combustible.
Al acercarse pudieron constatar que en dicha excavación se encontraba una manguera color verde, de donde salía un fuerte ruido por la fuga de aire a presión, lo que también generaba un fuerte olor a hidrocarburo, dando aviso de inmediato a Pemex.
En pocos minutos llegaron los técnicos de la paraestatal quienes constataron que efectivamente se trataban de una toma clandestina para el robo del hidrocarburo, procediendo a realizar los trabajos de clausura a la vez que los agentes estatales dieron protección cercando el área para evitar cualquier situación, dando aviso al ministerio público federal para que se integre la carpeta de investigación correspondiente.
