Ver morir a alguien en plena calle resulta ser un tremendo impacto, aunque esta muerte sea por causas naturales. Así lo testificaron las personas que presenciaron la muerte de un trabajador en plena vía pública, la tarde de ayer miércoles en esta capital.
Fue sobre calle 5 de Febrero, casi esquina con Lázaro Cárdenas, cuando José Araiza, de 50 años de edad, descargaba unos costales con harina, momento en que se desplomó sobre la banqueta; de inmediato paramédicos de la Cruz Roja llegaron al lugar de los hechos, pero pese a la cercanía con su sede nada pudieron hacer para salvarle la vida.
Se dio aviso al agente del Ministerio Público, quien ordenó que el cuerpo fuera trasladado al Servicio Médico Forense (Semefo), para practicarle la necropsia de ley, aunque una vez ahí se pidió por parte de sus familiares la dispensa de la autopsia, pues al parecer el señor José padecía una enfermedad congénita.