De manteles largos estuvo Rosa de Jesús Olguín Díaz al festejar su cumpleaños número veintiuno acompañada de familiares y amistades en un grato festejo que le tenían preparado.
Fueron sus papás Ezequiel Olguín y Andrea Díaz, quienes se dieron a la tarea de organizar todos los detalles de la grata reunión en que no quisieron dejar pasar desapercibida la fecha de celebrarle una vuelta más al sol y para ello convocaron a la familia y amistades para hacerlo.
Fue el patio principal de su casa donde tuvo lugar la grata reunión, donde el festejo comenzó desde a muy temprana hora cuando la despertaron con las consabidas felicitaciones hacia su persona y confirmándole que se tenía que preparar para recibir a los invitados al filo del mediodía, que fue cuando se llevó a cabo el festejo.
Los primeros en externarle sus parabienes fueron sus hermanos Javier, Valeria y Juan Olguín Díaz, además de su cuñado Julio y sus sobrinos Julio y Sophia, quienes además le entregaron bonitos obsequios que se colocaron en una mesa dispuesta para ellos y donde se encontraba un delicioso pastel que más tarde compartiría con todos los ahí presentes.
La familia y amigos que se dieron cita le dieron sus obsequios y sus muestras de cariño por tan memorable fecha y disfrutaron de una tarde llena de diversión, ya que en el lugar se encontraba un toro mecánico que tanto Rosa de Jesús como todos ellos disfrutaron plenamente a lo largo de toda la tarde.
Su mamá Andrea y sus tías prepararon para este momento tan especial deliciosos platillos que fueron colocados en otra mesa para que los invitados y ella disfrutaran a manera de buffet, sin faltar los suculentos postres que fueron la delicia de todos ellos.
No faltó la algarabía y diversión con la música favorita de la festejada, quien en todo momento agradeció las atenciones de que fue objeto en esta especial ocasión.
La tarde transcurrió en medio de amenas charlas que ella se dio la oportunidad de entablar con todos ellos, en donde hizo un recuento de los momentos felices que ha tenido a lo largo de estos veintiún años de vida.
Siempre agradecida y con gran entusiasmo Rosa de Jesús se dio el tiempo de abrir los atractivos obsequios que recibió en este momento y agradecía a todos ellos por el tiempo que se tomaron para acompañarla en estos momentos tan gratos de vida.