Es alarmante como sube el consumo de drogas, especialmente enlos jóvenes, un 76% de aumento con relación al año anterior,señala la fiscal general del estado, Ruth Medina Alemán enentrevista con este matutino.
Informa que no se pudo combinar coordinadamente la policíafederal y el fuero común contra el narcomenudeo y por algunarazón no llegó a cuajar.
A su juicio, el consumo de drogas aumenta porque no se haimplementado una acción real contra los “puchadores” que conrealidades alegan que lo que les encuentran en su haber es para suconsumo, y el consumo no está penado, pero sí en cambio sepodría forzar a que revelen su fuente de abastecimiento, y ésta ala otra fuente y así desde el que vende un simple carrujo hasta elque surte a medio mayoreo.
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EL PROBLEMA CRECE CADA DÍA
Entrevistada en un restaurante del oriente de la ciudad, laprofesional del Derecho considera que este problema no es fácil deresolver, porque crece cada día y porque cuando un presidenteintentó combatir de frente el narcotráfico, el país seensangrentó. Empero debe combatirse a través de policías biencapacitados, con sistemas de inteligencia, con leyes no másseveras, pero bien aplicadas.
La entrevistada aborda naturalmente el tema de lo quecorresponde a su oficina. Tiene 286 agentes del MinisterioPúblico, suficientes en la media nacional por la población, perono bastan si se considera lo disperso que es dada la geografía dela entidad, y cada día los agentes precisan de especialidades paralo que deben ser capacitados.
Hay agentes del ministerio público especializados en robos, ensecuestros, en homicidios, en fraudes y así en otras ramas quepermitan dar un mejor servicio a la sociedad.
Bien o mal pagados es relativo, pero va desde los 7 mil porquincena los que ganan menos, hasta los especializados y conalgunos años de servicio, que ganan 20 mil pesos.
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Con todo: es preciso homologarlos con los de otras entidades,como Coahuila por ejemplo, que anda muy por encima de lo que gananen Durango.
Acaban de contratar a un valioso elemento como director de laPolicía de Investigación de Delitos y que así de que éstos, losinvestigadores no sean ya los policías de calle, que se dediquencientíficamente a la investigación de los delitos según suespecialidad.
Se está logrando, se va a lograr, se muestra optimista laentrevistada.
Ruth Medina Alemán tiene dos licenciaturas. Una en enfermería,profesión que ejerció en el antiguo Hospital General mientrastanto estudiaba Derecho de donde salió graduada de la Fader. Tieneuna maestría en terapia familiar.
Su paso por el servicio público es amplio: desde una oficinamodesta en INEGI, delegada de Reforma Agraria aquí y en BajaCalifornia, donde fue contratada para volver a su tierra comodirectora de Averiguaciones Previas, dependencia de la que ahora esfiscal.
Fue responsable en la Delegación del Seguro Social.
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De izquierda está definida su ideología, como definida estásu honestidad que nadie cuestiona.
Facultada para moralizar agentes y policías y asegura queaunque algunos comandantes que fueron dados de baja amenazaron conque intervendrían quienes los recomendaron, lo cierto es que hastaahora nadie la ha presionado para que proteja a determinadapersona. Por eso cree que la protección de que alardean algunos nodeja de ser un ardid para permanecer.
No le ha temblado la mano cuando se trata de relevar a alguien.Y aclara: relevar, no cesar. Porque el cese es un procedimientoadministrativo que precisa una cláusula y el relevo es sufacultad. Lo hace simplemente porque tiene autoridad para hacerlocuando conviene a los intereses de la fiscalía.
Como dato curioso: siendo de izquierda como era, como ha sidosiempre, fue candidata a diputada federal patrocinada por el PT ycomo adversario le ganó de calle alguien que es gobernador. ContraJosé Rosas Aispuro Torres, de quien tiene el más alto concepto yquien la llamó para hacerse cargo primero de la Vicefiscalía yluego de la titularidad en tan importante pero complicada ycontrovertida dependencia.
Apuesta a la profesionalización de la policía, a lamoralización que debe cuidarse y como tantos otros jefes deseguridad o de justicia, quiere que el policía sea visto como unprotector de la sociedad, que la sociedad lo vea como es, un enteque se preocupa por su seguridad y que no juzgue las malas e ignorelas buenas.
Porque no es un secreto que cuando actúan con éxito, cuandologran esclarecer un crimen y hasta capturar al delincuente, lasociedad los ve pasar, nada más lo estima una obligación, perosí en cambio detalles mínimos los maximiza.
Insiste en que lo que esté al frente de la fiscalía, su luchaserá por mejorar el servicio y la imagen de los 1,400 servidoresque laboran en la fiscalía, que estén mejor capacitados, mejorpagados y con mejor disposición de servir a la sociedad para queconfíen más en ellos.
