Como una matanza o masacre fue considerado un hecho ocurrido hace 14 años en el municipio serrano de Pueblo Nuevo, en Durango. Específicamente el lunes 29 de marzo del año 2010, los titulares de los periódicos locales e incluso nacionales dieron espacio a la tragedia en que fueron asesinados siete menores de edad y tres jóvenes, durante ese fin de semana.
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“Asesinan a 10 personas en Pueblo Nuevo”, se lee en El Sol de Durango en su edición de aquella fecha, donde se explica que presuntos criminales les habrían marcado el alto, y al no hacer caso, les dispararon y lanzaron explosivos. El hecho causó conmoción, y ocurrió en medio de una fuerte ola de violencia en México, en la que Durango lamentablemente no fue la excepción.
Fue durante el sexenio federal del panista Felipe Calderón que los índices violentos y delictivos se dispararon prácticamente en todo el territorio mexicano. Esta masacre habría sido uno de tantos casos que además de enlutar a varias familias y todo un pueblo, quedó únicamente en la estadística de un Gobierno. Más adelante trascendió que habría sido una presunta masacre el móvil de la masacre en Pueblo Nuevo. “Podría tratarse de un ajuste de cuentas entre familias de esa parte de la sierra”.
La nota informativa publicada en El Sol de Durango en marzo del 2010 y que hoy se encuentra en la hemeroteca, señala que las víctimas mortales eran jóvenes entre los ocho y 21 años de edad, quienes viajaban en una camioneta pickup.
“Fueron asesinados a balazos y con explosivos, al no acatar la orden de alto de un grupo de sujetos armados que se atribuye a la delincuencia organizada, cuando se dirigían ayer a las 14:20 horas por un camino vecinal del lugar de su residencia, de El Aval al poblado Los Naranjos”, dice la nota en que se adjudica la información a la entonces Procuraduría General de Justicia en el estado.
En el mismo texto se exponen los nombres de las víctimas, se trata de los hermanos Yolanda, Iván, Erika y Margarita, de 19, 17, 11 y años de edad, y de apellidos Ortega Rueda.
Asimismo, Juana Francisca y Yesennia Sarabia Mancinas, de ocho y 15 años de edad, Sergio González Leyva, de 16, Carlos Ramírez Leyva, de 15 y Pedro y Lázaro Leyva Cabrera, de 21 y 19 años de edad, respectivamente.
Todos ellos habían salido de sus viviendas para dirigirse a recibir apoyos económicos de un programa federal para la educación, del denominado Oportunidades.
“…y siete kilómetros antes de llegar a esa población fue donde los acribillaron a tiros y con explosivos que les lanzaron, que fueron las causas de que perecían en forma instantánea por las graves heridas que recibieron”.
Una nota publicada enseguida menciona la declaración del entonces gobernador, Ismael Hernández Deras, quien condenó esta decena de asesinatos, presuntamente atacados en un falso retén montado por un comando armado en el municipio de Pueblo Nuevo, la tarde del domingo 28 de marzo, a plena luz del día. También se pronunciaron y condenaron ante este hecho trágico otros perfiles de la política duranguense.