Tras anotar que en México las estadísticas indican que las personas leen apenas entre uno y dos libros anualmente, aunque Durango se ubica en los peores lugares en esta costumbre, el empresarios librero y vicepresidente de Cultura de Canaco, Jorge Humberto Ochoa, afirma que la lectura se debe formular como un hábito de tal importancia que debería ser subsidiado por los gobiernos, sobre todo cuando actualmente la tecnología está ganando la carrera.
Ochoa Arámbula platicó para el auditorio de El Sol de Durango dentro del programa Charlas, café y negocios, que transmite en la plataforma de Facebook de esta casa editora y abordó el tema a propósito de la conmemoración del Día Internacional de Libro, que se celebra el 23 de abril.
De entrada, destaca con números que, las estadísticas indican que en el grueso de la población se lee 1 y máximo dos libros por habitante.
Sin embargo, en Durango somos de los estados donde menos se consumen libros, donde menos bibliotecas hay, donde menos librerías existen.
Se trata –afirma- de un asunto a atender por parte de las áreas culturales y educativas de los gobiernos en todos sus niveles y fomentar la lectura, porque en esta época la tecnología nos está ganando la carrera y a pasos agigantados.
Y aquí hay que reflexionar que la tecnología no necesariamente maneja verdades, incluso, la tecnología a veces es desinformadora.
Al respecto, proyecta que se está trabajando sí en la formación de nuevos lectores, en una labor desde los primeros años de vida de las personas y no forzar a la gente a cambiar a un hábito de lector, pues según especialistas es muy difícil modificar estas costumbres, es decir, es sumamente complicado hacer que una persona mayor se inicie en el mundo de la lectura, de ahí que se está trabajando principalmente con infantes.
A pregunta expresa, Jorge Ochoa, propietario de la librería Ochoa, afirma que en términos generales la ido muy mal al sector; “en Durango tenemos muy poca gente que lee, muy pocas bibliotecas y muy pocas librerías”.
En este marco, reflexiona que en sus múltiples encuentros, la Asociación Nacional de Libreros, ha coincidido en que la lectura se debe formular como un hábito de tal importancia que debería ser subsidiado, que los gobiernos pagaran parte del costo para hacer posible que la cultura a través de los libros llegara a más consumidores; “de esa manera sí tendría la posibilidad mucha gente de incursionar en el hábito de la lectura”.
Aquí, destaca que efectivamente, Durango tiene muy buenos lectores, buenos profesionales en la lectura, grupos culturales muy fuertes que le apuestan mucho a promover este hábito tan positivo, empero, se trata de esfuerzos solitarios, sin ninguna clase de apoyo, es una noble causa que nadie ve y que lamentablemente además, quienes debieran, no le tienen fe.
Para cerrar, el entrevistado subraya un pensamiento que debiera ser tomado por todos, principalmente por las autoridades, y más, por las áreas responsables de difundir cultura y educación: “el consumo de conocimiento le deja mucho a la persona, a una familia, a un estado, a un gobierno y a un país”.