CONETO DE COMONFORT, Dgo. (OEM).- Casas derrumbadas, parcelas arrasadas y el ánimo de seguir adelante son parte del recuerdo de la mañana del 13 de septiembre cuando el arroyo de Coneto se desbordo.
Historias de poblaciones arrasadas por siniestros y vueltas a levantar pareciera que no son las que se miran en esta población de poco más de mil habitantes, con poco comercio, casi con ausencia de las empresas comerciales presentes en los municipios vecinos, lugar donde el tiempo pareciera no pasar, salvo con excepciones como su plaza nueva, reconstruida hace tres años.
Los damnificados por ese arrasamiento de aguas bravas han ido volviendo a la normalidad poco a poco, algunos comerciantes se hicieron de créditos para volver a levantar la tienda, otras personas prefirieron irse y dejar la casa derrumbada.
Reconocen todo el respaldo ciudadano de habitantes de Coneto de Comonfort, Canatlán y Nuevo Ideal, además de maestros que hicieron caravana para traer víveres, ropa, buscando ayudar en la medida de su posibilidad a quienes en un momento se quedaron hasta sin ropa.
Del gobierno mencionan que llegaron apoyos, también agradecen la disposición y sobre todo, el mensaje de solidaridad, que quizá no ayuda a recuperar lo perdido pero sí para sentirse acompañado en momento de dificultad.
Las viviendas derrumbadas son el mejor monumento que se tiene de aquella mañana terrible, que afectó los puentes de El Porvenir y en El Vizcaíno. La corriente se llevó gran cantidad de vehículos, pero al final y a un año del suceso, Coneto y sus habitantes siguen ahí, viviendo la rutina de este pueblo semiolvidado.
