CANATLÁN, Dgo. (OEM).- El que se le ponga el nombre de mi padre Miguel González González (+) al auditorio municipal será cumplir un compromiso hecho cuando la donación del terreno hace aproximadamente 20 años, dice Miguel Ángel González Vargas, hijo del homenajeado.
Entrevistado en el rancho “El Mundo Engañoso”, a escasos metros donde se ubica el citado gimnasio auditorio, recuerda que fue en la administración de gobierno municipal 1998 – 2001 cuando el entonces presidente municipal Gabino Rutiaga Fierro solicitó a la señora María Elena Vargas Gireud de González (+) la donación de un terreno para la construcción del gimnasio.
La señora accedió a la donación de una hectárea, haciéndose el compromiso de que en caso de que la obra a realizarse no estuviera concluida en un lapso de cinco años el terreno regresaría a sus dueños, a lo cual se acordó, haciendo el gobierno el compromiso de que el nombre del inmueble llevaría el nombre de Miguel González González, en honor a una persona que sin ser de Canatlán, representó empleo durante muchos años, así como promoción para el crecimiento frutícola y respaldo a muy diversas acciones de tipo social a favor de la comunidad, como la colocación de nomenclatura en las calles.
Otro de los compromisos hechos fue que de manera permanente el espacio a construir sería espacio deportivo abierto a toda la población, por aquello de que muchas veces los proyectos gubernamentales son unos y en la realidad se transforman en otros, dice González Vargas.
Al recordar el reportero sobre una placa de reconocimiento público que el gobierno municipal mostró durante la inauguración del auditorio el mes de agosto del año 2016, donde aparecía el apodo de “El Ronco”, Miguel Ángel respondió que su padre sólo aceptaba el apodo, que le pusieron en su infancia, solo de sus amigos y de nadie más, como en más de una ocasión lo hizo saber en vida, a quienes sin tener una relación de amistad le mencionaban por su apodo.
El Secretario del Ayuntamiento Juan Manuel Martell informó a este medio informativo que el ayuntamiento pondrá de manera oficial el nombre de Miguel González González al auditorio municipal construido en terrenos que fueron parte de la huerta El Mundo Engañoso, propiedad de la familia González Vargas, ubicado a escasos metros de la finca familiar, en la entrada oriente a la ciudad.
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