Pues a ver si ahora. Porque en sus pasadas visitas no ha dejado nada para Durango.
Pero es de cortesía desearle una grata estancia en Mezquital.
En la carrera panista, la ventaja de Verónica, es que no la conocen, y como no ha caminado, no ha tropezado. Y la desventaja de Lencho, es que sí lo conocen y como ha caminado, sí ha tropezado.
Así que a Evo Morales le van a asignar 500 mil pesos mensuales para su manutención.
¡Cómo! ¿Más que al Presidente?
El asilo es un derecho, pero esas son hingaderas.
El presidente de los constructores habitacionales quiere que se abra la calle detrás de Walmart, en Lomas.
Los maderos de San Juan, piden pan y no les dan.
Ahora resulta que nuestros diputados nos salen redentores y en una apasionada defensa del pueblo van a vigilar que no carguen al ciudadano con impuestos.
Pos’ tan más que hodidos.
Y en esto de los impuestos, me gustaría que hubiera igualdad. Porque un ciudadano cumplido paga el predial a tiempo y nada más obtiene los descuentos de rigor, 5, 10 y 15 por ciento.
Y el indolente deja pasar hasta 5 años y le reducen hasta el 90 por ciento.
Y al consumidor de agua que paga puntual, si acaso una palmadita en la espalda.
Pero al que deja acumularla por años, le hacen hasta la mitad de descuento en el consumo.
Y todavía dice Raúl Medina que Corrujedo aplica el terrorismo.
Eficiente servicio prestaron para la kermés del día 10 los autobuses de transportes mixtos.
Y de gorra.
Lo hemos dicho, el presidente de la Unión, Martín Contreras, es un personaje altruista.
Otra vez para no perder la costumbre, “los futuros maestros” paran labores, bloquean vías públicas y secuestran autobuses.
Menos mal que ya AMLO dijo que tendrán garantizada la plaza cuando salgan.
Al Gobernador le están exigiendo pago por rezonificación, por quinquenios y ahora por la comida de los estudiantes.
Está caón, yo por eso no soy gobernador.
Lo que es, es -dicen en mi tierra- y poco le reconocen a los choferes urbanos el servicio que aportan, con los descuentos a los estudiantes, a los viejos y a los discapacitados.
Sin esos descuentos sus percepciones de veras serían jugosas.
Otra injusticia, el que tiene un carro derecho paga placas, refrendos, parquímetros, lo identifican en un accidente, y los carros “chocolatos” viven un paraíso.
¿No que la ley es pareja?
