Oda al Covid; una parodia anónima del Tenorio.
¿No es verdad, Ángel de amor, que en esta apartada orilla no hay que llevar mascarilla y se respira mejor?.
Es verdad, y no te miento, que arriesgándome salí, desde muy lejos de aquí, burlando el confinamiento.
He venido de muy lejos, aunque el lugar me lo callo, a lomos de mi caballo para tirarte los tejos.
He amarrado mi corcel, está todo ventilado; ya las manos me he lavado y me he puesto el hidrogel.
Ea, pues, bella señora, concededme vuestro amor.
Os lo pido por favor, ¡desde hace casi una hora!.
DOÑA INÉS
¡Callad, por Dios, caballero!, porque es público y notorio que, aunque vos seáis el Tenorio, la salud es lo primero!
Con todo lo que se ha dicho, yo prefiero no arriesgar, no me quiero contagiar, que a mí me da miedo el “bicho”.
Conteneos por caridad, comportaos con elegancia y, mantened la distancia que, es por la seguridad.
Este año no habrá romance, se rompe la tradición, ya habrá mejor ocasión, con la vacuna al alcance.
Marchad, pues, por la vereda y no vayáis muy despacio.
Estad en vuestro palacio antes del toque de queda.
Malos tiempos corren hoy para encuentros y reuniones.
¡Huyamos de los follones!. Y ya, con esto, me voy.
Ya me despido, caones.
Agradezco su atención y deseo de corazón ¡que vengan tiempos mejores!.
Colaboración de un lector que tiene un título, dos nombres, dos apellidos y un apodo.
Es el ingeniero Francisco Javier Salas García “El Conejo”.
La obra encantada del gobernador Aispuro Torres, el puente Francisco Villa, no se ha suspendido, va muy lento porque ¿-qué cree-? ¡Pus que no hay billetes!
Pero esperan que en esta semana el gobierno federal se conmueva de Durango y le aporten los casi 300 millones de pesos que costará la obra y que si el presidente Andrés Manuel López Obrador no mete la cola debe estar terminada para finales de agosto, justo unos 15 días antes de que Aispuro Torres entregue el poder y si no está para entonces, ya nos cargó la...
Si como esperan, por aquello de la equidad de género, el municipio de Lerdo tendrá candidata mujer a presidenta.
No sé quién sea, pero sí sé quién no va a ser: Susy Torrecillas.
Ella y su marido Homero saben que los electores lo verían mal, por más que tenga méritos para ser presidenta.