En estos días de obligado recogimiento, lo más seguro es que se presenten fuertes calenturas. Pero tenga cuidado. Sométase a una dieta de nopalitos o provocará una explosión demográfica en enero.
La psicosis que provoca el coronavirus se manifestó en San Juan del Río: alguien dijo que había 4 infectados, los llevaron a hacerse una prueba, les dijeron que el resultado lo darían en México en unas semanas. Sólo que uno de los señalados como contagiados se presentó a aclarar que nunca estuvo contagiado ni le hicieron un examen, lo que provocó que se descubriera la gran mentira, no había contagiados.
De todos modos como la población en lo general, no respeta la cuarentena, la policía anda por las calles espantando a sus casas a los que nada tengan que hacer.
Diccionario: monólogo, logotipo del chango.
Círculo: noble inglés cobarde.
Es claro que los empresarios, especialmente los comerciantes, sufren cuantiosas pérdidas con el Covid-19 y es preciso que el gobierno federal los apoye para evitar despidos.
Y no decimos que los apoye el gobierno estatal, porque está más que hodido.
La mayoría de los partiditos de Durango no cuentan con más militancia y no tienen renovación de sus dirigencias. El PRI, sí.
Luis Enrique Benítez fue nombrado por el comité nacional y apenas se inicie el año electoral tirará esa arpa.
Acción Nacional tuvo renovación directriz hace poco: salió Lencho Martínez Delgadillo y entró Verónica Pérez Herrera.
En Movimiento Ciudadano aparentemente asumió la dirigencia Juan Quiñones, pero todos saben que la mano que mece la cuna es la de José Ramón Enríquez.
El Partido del Trabajo tuvo dirección colegiada de 5 magníficos.
Ahora sólo quedan Gonzalo Yáñez y Alfonso Primitivo Ríos, pero de Gonzalo nada se sabe.
El propietario del Partido Verde es Gerardo Villarreal.
Del Duranguense, Verónica Acosta.
Y Morena tiene como 10 dirigentes, pero ninguno cuenta.
¿Quiere apostar que a pesar de las restricciones, los burócratas se irán a Mazatlán la otra semana?