Por ai’ dicen que Hugo Rosales Badillo busca el cuarto distrito vía Morena.
Lo consignamos porque se dice, pero en lo personal no creo que el prestigiado litigante cambie su estatus actual por una curul.
En ningún Cereso hay registro de coronavirus, lo cual nos llega a preguntar: ¿Entonces los contagios no lo propician los amontonamientos?
Porque basándonos nomás en el Cereso número 1, hay un hacinamiento como de 1,000 reclusos.
Y esto nos lleva, le preguntamos al jefe Javier Castrellón, ¿qué pasó con el Cereso nuevo de la carretera a Torreón?
Hace como dos años se había dicho que sólo faltaban pequeños detalles, pero esos pequeños detalles no se han cubierto.
Por ai’ se dice, que AMLO suspendió el presupuesto porque había actos de corrupción, como suprimió tantas otras acciones por el mismo motivo.
Otra vez, licenciado Castrellón, ¿qué hay de cierto?
Que no le digan, que no le cuenten, el asunto laboral del Hotel Gobernador no es tan grave como aparece en la tele.
Cuando se vino el aislamiento, es cierto que despidieron a unos 15 trabajadores, pero fueron indemnizados, con la promesa, de que levantado el confinamiento los regresarían a sus puestos.
No se sabe porqué alborotaron a algunos contra el patrón.
Pero lo cierto es, que fueron legalmente despedidos y que tienen la esperanza de volver, aunque quién sabe si con sus protestas ya no los acepten.
Nombre de Dios no ha dado muchos políticos que trasciendan, pero vamos a mencionar a uno, que aunque es originario de Nuevo Ideal, se desarrolló políticamente en el Pueblo Mágico.
Se llama Octavio Martínez Álvarez.
De su natal Benito Juárez, vino a Durango a hacer la carrera de odontólogo en la UJED.
Fue a hacer su servicio social en La Villa y ahí se quedó y ahí se afilió al Partido del Trabajo.
Abanderado por el PT, en 1979 le ganó la Presidencia Municipal al cetemista Raúl Gutiérrez.
En ese tiempo, el doctor Martínez fue considerado el mejor alcalde que hubiera tenido Nombre de Dios.
Después fue diputado local, pero nunca abandonó su consultorio de dentista, en donde le fue tan bien, que hay que ver la casonona que tiene en La Constancia.
Después intentó volver a la Presidencia, pero con una incongruencia tal, que al que había sido el mejor presidente, le ganó al peor que haya tenido el municipio: Valentín Chávez.
Hace 6 años hizo un nuevo intento, pero esta vez, el petista Juan Solís Ríos, se alió con otro presidente petista de nombre Eduardo y volvió a perder.
Sigue en receso y sigue ejerciendo como dentista, con el aliciente de que cada mes hace trabajos en Denver, en Estados Unidos.
Así que si vuelve a la Presidencia, no será por hambre.