Bien recibida la postura del gobernador Aispuro ante el presidente López Obrador.
Con mucho respeto, pero con muchos tanates, exigió lo que el gobierno del Centro le escatima a Durango que paga el pecado de tener un gobierno ajeno al partido del presidente.
Se dice que Durango es la ciudad de los taxis. Siempre hay uno, menos cuando se necesita.
Anote entre los aspirinas al tercer distrito a Carlos Aguilera Andrade, que ha sido presidente de Lerdo, diputado local, delegado de Liconsa y regidor del Ayuntamiento de Lerdo.
Óscar García Barrón, que iría por la quinta diputación, dos de ellas federales y dos locales.
Este norteño tiene en su haber, que fue presidente municipal de Ocampo, su municipio de residencia y de San Bernardo, su municipio de origen.
Fue diputado local por el mismo distrito, dirigente estatal de la CNC y diputado federal, como le decíamos, dos veces.
Queda a manera de anécdota, que cuando el presidente Peña Nieto vino a inaugurar la Estación Ferroviaria, el gobernador Herrera Caldera le pidió retirar esa candidatura, a lo que el presidente le habría contestado:
Ya ni modo, se la prometí a Osorio Chong.
Y claro que Herrera Caldera lo pudo hacer perder, pero no quiso esa mancha para su gobierno.
Otro que puede ser, es Homero Martínez, presidente de Lerdo, que como sabe que ese distrito es rural y él pertenece al sector popular, no se hace muchas ilusiones, solamente está disponible por si el caso lo ameritara.
Esteban Villegas cumplió su año al frente de la Comisión Política del Congreso.
Entrega buenas cuentas en lo general y le entrega la batuta a Sandra Amaya, que fuera la primera presidenta.
En ese tiempo, la guapa señora llegó con la bendición de Rosendo Salgado, pero no la abalaron en el Centro y a los 3 meses tuvo que dejarle el cargo a Pablo César Aguilar, haber si ahora termina.
Y ya que mencionamos a Ochoa, repetiremos que es el puntero panista para el cuarto distrito y para la Presidencia Municipal de Durango.
Mario Pozo Riestra, fue consejero electoral y ahora es juez municipal.
Es una rara avis en el medio de los abogados, porque tiene fama de honesto.
Incluso fue honesto como litigante, cuando quiso ser directivo de la Barra de Abogados de Durango y al no lograrlo, fundó la Barra Benito Juárez.
Lo que sentimos que le va a hacer falta a Esteban, es el soporte para difundir sus tareas como lo estuvo manejando con los recursos del Congreso.
Con todo, sin que sea el único, es de los punteros para el primer distrito el año que entra y para el Bicentenario, en el que sigue.
¡Viva San Juan del Río, caones!
